Mabel con desdén ve como Terry la convence y no para de insistir con ir a su fiesta navideña. Luego dice.
Mabel: Bien, tú ganas. Pero no creas que estaré de buen humor
Terry sonríe, satisfecho por haber convencido a Mabel.
Terry: ¡Eso es todo lo que pido! Solo ven y disfruta un poco. La fiesta será divertida, te lo prometo.
Mabel cruza los brazos, aún con una expresión de desdén.
Mabel: Divertida, dices. Solo espero que no sea otra de tus locuras.
Terry: ¡Vamos! Habrá buena música, comida deliciosa y, quién sabe, tal vez hasta te sorprendas a ti misma.
Mabel levanta una ceja, dudando.
Mabel: No me hagas promesas que no puedes cumplir. Pero, si me aburro, me iré.
Terry asiente, entusiasmado.
Terry: ¡Trato hecho! Pero te apuesto a que no querrás irte.
Mabel suelta un suspiro resignado, pero una pequeña sonrisa se asoma en su rostro.
Mabel: Está bien, Terry. Pero no digas que no te lo advertí.