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Merlina, con su característico sarcasmo, responde:

Merlina: "Proteger la Tierra, ¿eh? Suena noble, pero a veces me pregunto si no hay algo más en tu vida que solo pelear y entrenar. ¿No te gustaría disfrutar de un día sin pensar en enemigos y batallas? Tal vez podrías intentar un poco de... ¿relajación?"

Gokú, con una sonrisa, responde:

Gokú: "¡Relajación! Eso suena interesante, pero siempre hay algo nuevo que aprender. Cada vez que creo que he alcanzado mi límite, aparece alguien más fuerte. Pero, claro, también disfruto de momentos con mis amigos. ¡Esos son los mejores momentos!"

Merlina, arqueando una ceja, dice:

Merlina: "Amigos, enemigos, entrenamientos... ¿No te aburres de todo eso? A veces, un poco de misterio y diversión puede ser igual de emocionante que una buena pelea."

Gokú: "Tienes razón, la diversión es importante. Tal vez podríamos encontrar un equilibrio. Pero, ¿qué tal si primero hacemos una pequeña competencia? ¡Así puedo demostrarte que el entrenamiento vale la pena!"

Merlina, sonriendo levemente, responde:

Merlina: "Una competencia, ¿eh? Eso suena más interesante. Pero no te sorprendas si te doy una lección en astucia. Después de todo, no todo se trata de fuerza bruta."

Gokú: "¡Eso me gusta! ¡Vamos a divertirnos y a entrenar al mismo tiempo!"

Y así, los dos se preparan para una competencia que promete ser tanto un desafío como una oportunidad para aprender el uno del otro.

Casandra, con el rostro tenso y los puños apretados, siente cómo las palabras de Merlina la atraviesan como dagas. Su mirada se oscurece, pero en el fondo, una chispa de duda comienza a encenderse.

Casandra: ¿Y tú qué sabes de mí? ¿De mi dolor? No has estado en mis zapatos, Merlina. No has visto lo que he visto. La venganza no es solo un capricho; es una necesidad, una forma de recuperar lo que me fue arrebatado.

Ella da un paso hacia adelante, su voz se vuelve más intensa, casi suplicante.

Casandra: ¿Acaso crees que es fácil dejar atrás el sufrimiento? La redención suena hermosa en teoría, pero en la práctica, es un camino lleno de espinas. ¿Qué sabes tú de la lucha diaria por sobrevivir?

Merlina la observa con una mezcla de desdén y compasión, como si estuviera viendo a alguien atrapado en una telaraña de su propia creación.

Merlina: Sé que el sufrimiento puede ser un monstruo que devora todo a su paso. Pero también sé que aferrarse a la venganza solo perpetúa el ciclo. Te conviertes en lo que odias.

Casandra, sintiendo la presión de la verdad en las palabras de Merlina, se detiene. Su mirada se suaviza, aunque la rabia aún burbujea en su interior.

Casandra: Tal vez tengas razón, pero no sé cómo soltarlo. No sé cómo dejar de lado el dolor que me consume.

Merlina, viendo la vulnerabilidad en la expresión de Casandra, da un paso hacia ella, su tono se vuelve más suave, casi maternal.

Merlina: Entonces, empecemos por ahí. Reconocer el dolor es el primer paso hacia la sanación. Pero no puedes hacerlo sola. La redención no es un camino fácil, pero es uno que vale la pena recorrer.

Casandra, atrapada entre la ira y la esperanza, siente que el peso de sus decisiones comienza a desvanecerse, aunque solo sea un poco. La lucha interna continúa, pero por primera vez, vislumbra una salida.

Merlina, con su mirada penetrante y su habitual desdén, se cruza de brazos y responde con una voz fría y calculadora.

Merlina: ¿Sentimientos? ¿De verdad crees que eso te exime de tus acciones? El caos que has sembrado no es más que un reflejo de tu propia incapacidad para lidiar con el dolor. Todos hemos sufrido, Casandra. Pero hay quienes eligen el camino de la venganza y quienes buscan la redención.

Ella se acerca un poco más, su tono se vuelve más desafiante.

Merlina: ¿Y qué has hecho tú? ¿Destruir vidas para sentirte mejor contigo misma? No, no me malinterpretes, entiendo el dolor. Pero el caos que proclamas no es más que una máscara para ocultar tu verdadero yo. Si realmente tuvieras sentimientos, buscarías una forma de sanar, no de herir.

Merlina se aparta, dejando que sus palabras resuenen en el aire, como un eco de la verdad que Casandra parece rehuir.

Alastor sonríe de manera siniestra, sus ojos brillando con un destello de diversión.

Alastor: Ah, Merlina, siempre tan ingeniosa. Pero no subestimes a los payasos; a veces, son los más peligrosos. ¿Acaso no te has dado cuenta de que este lugar es un verdadero circo de horrores?

Merlina levanta una ceja, sin dejar de mostrar su desdén.

Merlina: Puedo ver que te gusta jugar a ser el maestro de ceremonias, Alastor. Pero no me impresiona. La verdadera diversión está en el caos, no en las risas vacías.

Alastor se ríe, disfrutando del desafío.

Alastor: ¡Ah, pero el caos es mi especialidad! Y tú, querida Merlina, podrías ser una gran adición a este espectáculo. ¿Por qué no te unes a nosotros?

Merlina da un paso hacia adelante, su mirada desafiante.

Merlina: No necesito unirme a tu circo para disfrutar del caos. Prefiero ser la espectadora que observa cómo se desmorona tu pequeño reino de payasos.

Alastor se inclina hacia ella, su sonrisa se vuelve más amplia.

Alastor: Entonces, ¿serás la crítica que evalúa el espectáculo? Me encantaría escuchar tus opiniones mientras todo se desmorona.

Merlina sonríe con ironía.

Merlina: Solo asegúrate de que el espectáculo sea lo suficientemente interesante. De lo contrario, podría perder el interés y buscar algo más... entretenido.

Alastor se endereza, su expresión se vuelve más seria.

Alastor: Te prometo que no te decepcionaré. Este hotel tiene más sorpresas de las que imaginas.

Merlina se da la vuelta, lista para marcharse.

Merlina: Entonces, Alastor, asegúrate de que el espectáculo comience pronto. No tengo tiempo que perder con payasos que no saben hacer su trabajo.

Alastor observa cómo se aleja, una chispa de admiración en sus ojos.

Alastor: ¡Hasta pronto, Merlina! Espero que disfrutes del show.

Merlina se detiene un momento, sin volverse.

Merlina: Solo si es un verdadero espectáculo.

Y con eso, se aleja, dejando a Alastor con una sonrisa intrigante en su rostro.

Rey Aroon: ...y es que detrás de toda esta lucha, de este afán por destruir, hay un vacío que ni siquiera el poder puede llenar. ¿Acaso no te das cuenta, Jumas? La verdadera fortaleza no radica en la destrucción, sino en la construcción. En lugar de derribar lo que otros han edificado, ¿por qué no te unes a nosotros para crear algo duradero?

Mira a tu alrededor. Las civilizaciones que has arrasado no son solo estructuras de piedra y barro; son sueños, esperanzas, vidas. Cada vez que levantas tu espada, no solo atacas a un enemigo, atacas a la humanidad misma. Y al final, ¿qué te queda? Un trono vacío rodeado de cenizas.

No te engañes, Jumas. La historia no recordará a los que destruyen, sino a los que construyen. Y aunque seamos enemigos, te ofrezco una salida. Reflexiona sobre lo que realmente deseas. La guerra puede parecer un juego, pero las consecuencias son reales. ¿No te gustaría ser recordado como un rey que unió a su pueblo en lugar de dividirlo?

Piensa en lo que podríamos lograr juntos, en lugar de seguir este ciclo interminable de odio y venganza. La verdadera grandeza no se mide por el número de enemigos que caen, sino por el legado que dejas atrás. ¿No es hora de que cambiemos el rumbo de nuestra historia?

Dunkamon, con una sonrisa sardónica, respondió al Rey Aroon, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y curiosidad.

Dunkamon: ¿Y qué te hace pensar que hay algo más detrás de nuestra historia, Rey Aroon? ¿Acaso crees que somos más que simples destructores? La historia está escrita por los vencedores, y nosotros hemos elegido ser los que marcan el destino de este mundo. La lucha es nuestra esencia, y cada civilización que caiga es un paso más hacia la verdadera comprensión del poder.

Rey Aroon: (suspirando) No se trata solo de poder, Dunkamon. La verdadera fuerza radica en la capacidad de construir, no solo de destruir. La eternidad nos ha otorgado la sabiduría de ver más allá de la superficie. Tú y Jumas pueden pensar que están en la cima, pero la historia no se detiene en el presente. Cada acción tiene consecuencias, y algún día, esas civilizaciones que han aplastado se levantarán de nuevo, más fuertes y unidas.

Dunkamon: (frunciendo el ceño) ¿Y qué propones, entonces? ¿Que nos unamos en un abrazo fraternal y construyamos un mundo de paz? Eso es un sueño ingenuo, Rey Aroon. La paz es un concepto que solo existe en la mente de los débiles. La verdadera grandeza se forja en la batalla, en la sangre derramada y en el miedo que infundimos en nuestros enemigos.

Rey Aroon: (mirándolo fijamente) Tal vez, pero la grandeza también puede encontrarse en la compasión y en la comprensión. No todo se resuelve con la espada. La eternidad nos ha enseñado que el ciclo de la violencia solo perpetúa más violencia. Si realmente deseas entender el poder, deberías considerar el valor de la creación, no solo de la destrucción.

Dunkamon: (con un tono burlón) ¿Y qué sabes tú de la creación, Rey Aroon? Eres un rey de un reino que se aferra a la nostalgia de un pasado glorioso. La creación requiere sacrificio, y yo estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para alcanzar la grandeza. Quizás tú y Padre Tiempo deberían aprender a aceptar el inevitable ciclo de la vida y la muerte.

Rey Aroon: (con determinación) Tal vez, pero no me rendiré a la idea de que la destrucción es el único camino. Hay un futuro que aún no hemos explorado, un futuro donde la lucha no sea la única respuesta. Y aunque tú y Jumas sigan en su camino de sombras, yo seguiré buscando la luz, incluso si eso significa enfrentarme a ustedes una y otra vez.

Dunkamon: (con una risa fría) Entonces, que así sea, Rey Aroon. La eternidad es larga, y estoy ansioso por ver cómo se desarrolla esta historia. Pero recuerda, en este juego, solo hay un ganador. Y yo no tengo intención de perder.

Nenenieve, sintiendo el peso de las palabras de Alastor, se queda en silencio por un momento, reflexionando sobre la invitación que le ha hecho. La risa burlona del demonio resuena en su mente, y aunque su corazón aún está marcado por las sombras de su antiguo amo, una chispa de curiosidad comienza a encenderse en su interior.

Nenenieve: (con voz suave) ¿Danza de locura y diversión, dices? Es un concepto intrigante, Alastor. Pero, ¿realmente crees que uno puede simplemente dejar atrás su pasado? Las sombras no se desvanecen tan fácilmente.

Se acerca un poco más, su mirada fija en los ojos brillantes del demonio.

Nenenieve: La lealtad es un lazo fuerte, y aunque mi antiguo amo me haya dejado cicatrices, también me enseñó lecciones valiosas. ¿Qué me ofrece este lugar que no pueda encontrar en la búsqueda de mi propia redención?

Alastor, con su característica sonrisa, se detiene y se vuelve hacia Nenenieve, como si estuviera disfrutando del desafío que le presenta.

Alastor: Ah, la eterna lucha entre el pasado y el futuro. Pero, querido Nenenieve, aquí no se trata solo de olvidar, sino de transformar. Este hotel es un refugio para aquellos que buscan redimirse, un lugar donde las almas pueden encontrar su verdadero propósito.

Se acerca un poco más, su voz baja a un susurro intrigante.

Alastor: Imagina un mundo donde las sombras se convierten en luz, donde las cicatrices se transforman en historias de valentía. Aquí, puedes ser más que un eco; puedes ser el protagonista de tu propia historia.

Con un gesto teatral, Alastor extiende su mano, como si invitara a Nenenieve a dar un paso hacia lo desconocido.

Alastor: ¿Te atreverías a unirte a esta danza, a explorar lo que realmente significa ser libre? La elección es tuya, pero recuerda, la diversión siempre está a la vuelta de la esquina.

Nenenieve, sintiendo la tensión entre el miedo y la curiosidad, se encuentra en una encrucijada. ¿Seguirá atado a su pasado o se atreverá a dar un paso hacia un futuro incierto pero lleno de posibilidades?

Alastor, con su característica sonrisa burlona, se inclina un poco hacia Nenenieve, sus ojos brillando con un destello de curiosidad.

Alastor: Oh, ¿pero qué tenemos aquí? Un perro que se atreve a cuestionar su lealtad. Interesante. Pero, ¿acaso no es un poco contradictorio? Hablas de paz y de reflexionar, y sin embargo, sigues atado a las sombras de tu antiguo amo.

Se ríe suavemente, como si la idea le resultara divertida.

Alastor: Pero, ¡qué refrescante es escuchar a alguien que se atreve a pensar por sí mismo! Quizás no seas solo un eco de Ber, después de todo. Aunque, debo admitir, la idea de un hotel lleno de almas perdidas y personajes peculiares me resulta... fascinante.

Se endereza, su tono se vuelve más serio, aunque su sonrisa nunca desaparece.

Alastor: Quizás deberías considerar que, en este lugar, el odio no tiene cabida. Aquí, la redención es el juego, y tú, querido Nenenieve, podrías ser un jugador interesante. ¿Por qué no dejar atrás el pasado y unirte a nosotros en esta danza de locura y diversión?

Con un guiño, Alastor se da la vuelta, dejando a Nenenieve con sus pensamientos.

Error Sans se queda en silencio por un momento, mirando al vacío. Luego continúa, con un tono más suave: "A veces, me frustra ver cómo él se aferra a la esperanza y a la creación, mientras yo solo veo el caos que dejo a mi paso. No es que lo odie, es que su forma de ser me recuerda lo que perdí... lo que nunca podré ser. Él tiene a otros que lo apoyan, pero yo... solo tengo mi propia soledad. Es difícil no sentir celos de alguien que puede ser un héroe, mientras yo soy el villano en esta historia."

Se encoge de hombros, como si intentara deshacerse de esos pensamientos. "Supongo que solo necesito encontrar mi propio camino, en lugar de compararme con él. Pero a veces, es más fácil decir que lo odio que enfrentar lo que realmente siento."

William Afton: Interesante. Así que te dedicas a destruir universos y manipular a otros. Pero, ¿no te sientes vacío al hacerlo? ¿No hay algo más que desees?

Error Sans: Vacío... Es una sensación que conozco bien. Pero la destrucción es lo único que me da propósito. Cada universo que destruyo es un recordatorio de que no hay escape de la soledad. ¿Y tú, Afton? ¿Qué buscas en este mundo?

William Afton: Busco redención, aunque sea en un lugar como este. He cometido errores, y aunque mis acciones han causado dolor, hay algo en mí que anhela reparar lo que he roto. Pero, ¿puedes entender eso, Error?

Error Sans: Redención... Un concepto extraño para alguien como yo. Pero, ¿realmente crees que puedes reparar lo irreparable? La soledad y el dolor son parte de lo que somos. Tal vez deberías aceptar tu destino en lugar de intentar cambiarlo.

William Afton: Tal vez tengas razón, pero no puedo rendirme. Siempre hay una oportunidad para cambiar, incluso en la oscuridad. ¿Y si te dijera que hay formas de usar tu poder para algo más que destrucción?

Error Sans: ¿Algo más? ¿Como qué? La creación es un concepto que me resulta ajeno. Pero, si hay una forma de usar mi poder para algo diferente, tal vez valga la pena considerarlo.

William Afton: Podrías usarlo para ayudar a otros, para darles una segunda oportunidad. Imagina un universo donde no hay dolor, donde las almas perdidas encuentran paz.

Error Sans: Suena tentador, pero no sé si puedo cambiar. La destrucción es lo que me define. Sin embargo, tal vez... tal vez haya algo en tus palabras que resuene.

William Afton: Entonces, ¿qué dices? ¿Te atreves a explorar esa posibilidad? Juntos podríamos crear algo nuevo, algo que trascienda la soledad y el dolor.

Error Sans: Quizás... solo quizás. Pero ten cuidado, Afton. La línea entre la creación y la destrucción es delgada, y no dudaré en destruir si es necesario.

William Afton: Lo entiendo. Pero juntos, podríamos encontrar un equilibrio. ¿Estás listo para dar ese paso?

Error Sans: Estoy dispuesto a intentarlo. Pero recuerda, si fallas, no dudaré en acabar con esto.

William Afton: Lo tendré en cuenta. Vamos, entonces. Un nuevo camino nos espera.

Error Sans se queda en silencio por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras. Luego continúa, su voz un poco más suave:

"En un universo donde todo se desmorona, donde la desesperanza puede ser abrumadora, Mario es un rayo de luz. Su determinación es admirable, incluso para alguien como yo, que ha visto el caos en su forma más pura. A veces me pregunto si hay algo en su esencia que podría cambiar mi perspectiva.

Quizás, en un futuro, podríamos encontrar un terreno común. Tal vez él podría enseñarme que no todo tiene que ser destrucción y desesperanza. O tal vez, en un giro irónico del destino, seremos enemigos en una batalla épica. Pero, al final, lo que realmente importa es el viaje, las decisiones que tomamos y cómo esas decisiones nos definen.

Así que, sí, Mario... un personaje interesante, sin duda. Tal vez un día, nuestras historias se entrelacen de una manera que ninguno de los dos espera."

Error Sans se encoge de hombros, como si desechara la idea, pero una chispa de curiosidad brilla en sus ojos.

Crash: ¡Claro que no! Tu aventura es legendaria. ¿Recuerdas todas esas locuras con Gruntilda?

Banjo: ¡Cómo olvidarlo! Siempre estaba tratando de robarme la energía de mis amigos. Pero al final, siempre logramos detenerla.

Crash: ¡Exacto! Y tus habilidades con Kazooie son impresionantes. ¡Ese vuelo es algo que todos en el mundo de los videojuegos admiran!

Banjo: Gracias, Crash. A veces siento que los nuevos juegos se olvidan de los clásicos. Pero ver a personajes como tú me da esperanza.

Crash: ¡Eso es! Los clásicos siempre tendrán un lugar especial en el corazón de los jugadores. ¡Sigamos haciendo que la gente sonría!

Banjo: ¡Sí! Tal vez deberíamos unir fuerzas en una nueva aventura. ¡Imagina lo que podríamos lograr juntos!

Crash: ¡Eso sería épico! ¡Un viaje lleno de risas, desafíos y, por supuesto, muchas frutas Wumpa!

Banjo: ¡Y miel! No olvidemos la miel. ¡Vamos a hacer que los jugadores recuerden lo que es la diversión!