Terry, un poco confundido por la reacción de Rey Boo, intenta defender su propuesta.
Terry: ¡Vamos, Rey Boo! La Navidad es una época de alegría y unión. No tiene que ser algo patético. Podemos disfrutar de la compañía de los amigos, compartir regalos y, sobre todo, celebrar la amistad.
Los demás, aún con miradas de desaprobación, comienzan a murmurar entre ellos. Algunos parecen considerar la idea, mientras que otros siguen con su actitud negativa.
Rey Boo: (con una sonrisa burlona) ¿Amistad? ¿Regalos? Eso suena a una pérdida de tiempo. Yo prefiero la oscuridad y el caos. ¡Eso es lo que realmente importa!
Terry: Pero, Rey Boo, incluso en la oscuridad hay lugar para la luz. La Navidad no se trata solo de lo que hacemos, sino de cómo nos sentimos. ¿No te gustaría experimentar un poco de esa alegría?
Rey Boo se cruza de brazos, pensativo por un momento, mientras los demás observan la conversación con interés.
Rey Boo: (suspirando) Tal vez... pero solo si hay dulces. ¡No puedo resistirme a los dulces!
Terry sonríe, viendo una pequeña apertura en la actitud de Rey Boo.
Terry: ¡Perfecto! Entonces, ¿qué tal si hacemos una fiesta de Navidad con dulces y un poco de música? Podríamos hacer algo divertido, incluso para ti.
Los demás comienzan a animarse, y la idea de la celebración empieza a tomar forma. Rey Boo, aunque aún escéptico, no puede evitar sentir un atisbo de curiosidad.
Rey Boo: (con una sonrisa traviesa) Está bien, Terry. Pero solo si prometes que habrá suficientes dulces para un rey. ¡Y que nadie se atreva a arruinar mi diversión!
Terry asiente emocionado, y los demás comienzan a planear la celebración, dejando atrás el desprecio inicial. La Navidad, aunque inesperada, podría ser una oportunidad para unir a todos, incluso al rey Boo.