Ming Lee, con su actitud desafiante, se cruzó de brazos mientras miraba a Zeno Sama, quien permanecía en silencio, observando la escena con una expresión impasible. La panda roja gigante parecía disfrutar del momento, como si estuviera desafiando a una fuerza que no comprendía del todo.
Ming Lee: "¿De verdad crees que me asustas? He enfrentado cosas peores que un simple dios que puede borrar la existencia. ¡Soy una panda roja gigante! ¡No me voy a dejar intimidar!"
Mei Lee, con su corazón latiendo rápido, se acercó a su madre, intentando transmitirle la gravedad de la situación.
Mei Lee: "Mamá, por favor, escúchame. Zeno Sama no es alguien con quien debas jugar. Su poder es absoluto. No se trata solo de desaparecer, puede borrar todo lo que conocemos. ¡No podemos arriesgarnos!"
Ming Lee soltó una risa burlona, sacudiendo su pelaje rojo brillante.
Ming Lee: "¿Y qué? Si va a hacerlo, que lo haga. No tengo miedo de desaparecer. Al menos habré vivido como quería, sin someterme a nadie."
Zeno Sama, aún en silencio, observaba la interacción con una mezcla de curiosidad y desinterés. La tensión en el aire era palpable, y Mei Lee sentía que cada segundo contaba.
Mei Lee: "¡Mamá, no entiendes! No se trata de vivir o morir, se trata de lo que significa existir. No puedes simplemente desafiar a alguien así. ¡Por favor, piénsalo!"
Ming Lee, aunque un poco más pensativa, mantuvo su postura desafiante.
Ming Lee: "Quizás tengas razón, Mei. Pero si hay algo que he aprendido, es que la vida es demasiado corta para vivir con miedo. Si Zeno Sama quiere borrarme, que venga. No me voy a rendir."
Mei Lee sintió una mezcla de frustración y admiración por la valentía de su madre, pero sabía que la situación era peligrosa.
Mei Lee: "¡No es valentía, es imprudencia! ¡Por favor, mamá, escúchame! No podemos permitir que esto termine así."
Zeno Sama, finalmente, rompió su silencio con una voz suave pero poderosa.
Zeno Sama: "No estoy aquí para borrar nada... a menos que lo deseen. A veces, el poder no se trata de eliminar, sino de entender y aprender."
Ming Lee y Mei Lee se miraron, sorprendidas por la respuesta de Zeno. La tensión en el aire comenzó a disiparse, y la curiosidad reemplazó al miedo.
Ming Lee: "¿Entender? ¿Aprender? ¿De qué hablas?"
Zeno Sama sonrió levemente, como si estuviera a punto de revelar un secreto que podría cambiarlo todo.
Zeno Sama: "A veces, el verdadero poder radica en la conexión y el entendimiento. Quizás deberíamos hablar antes de tomar decisiones drásticas."
Mei Lee sintió un rayo de esperanza.
Mei Lee: "¿Ves, mamá? Tal vez haya más en esto de lo que pensamos."
Ming Lee, aunque aún escéptica, sintió que tal vez había una oportunidad para un nuevo comienzo.
Ming Lee: "Está bien, Zeno. Hablemos. Pero no prometo que no te desafiaré de nuevo."
Zeno Sama asintió, y así, la conversación comenzó, abriendo la puerta a un entendimiento que podría cambiar el destino de todos.