La batalla se desató en el campo, pero la mayoría de los espectadores no podían evitar reírse de la situación. Los personajes de diferentes universos intercambiaban miradas de incredulidad y comentarios sarcásticos.
Vegeta: ¿Solo por eso se pelean? ¡Qué ridículo! En mi mundo, los guerreros luchan por cosas mucho más importantes.
Tomoko: Patéticos. No puedo creer que se tomen tan en serio algo tan trivial.
Jenny: En serio? ¿Por la friendzone? ¡Eso es lo más tonto que he escuchado!
Doraemon: ¡Es como si no supieran que hay más peces en el mar!
Gokú: ¡Vamos, chicos! ¡No se dejen llevar por eso! ¡Hay mejores cosas que hacer que pelear por amor no correspondido!
Peach: Tal vez deberían intentar ser amigos en lugar de enemigos.
Mabel: ¡Sí! ¡La amistad es lo más importante!
Frisk: A veces, la vida no sale como uno espera. Pero eso no significa que deban pelear.
Alucard: La venganza nunca es la respuesta. Solo trae más dolor.
Pennywise: ¡Oh, pero esto es tan divertido de ver! ¡Me encanta el caos!
Slenderman: ¡Silencio! ¡No entienden el dolor del rechazo!
Caine: ¡Exacto! ¡Nos han humillado y ahora es nuestra hora de brillar!
Mientras tanto, en el campo de batalla, las cosas se intensificaban. Baldi y sus amigos se preparaban para atacar, mientras que los rechazados se organizaban para defenderse.
Alegría: ¡Vamos, chicos! ¡No podemos dejar que se salgan con la suya!
Ennui: ¿De verdad creen que esto es emocionante? ¡Es tan aburrido!
Desagrado: ¡Esto es una pérdida de tiempo!
William Afton: ¡No se burlen de nosotros! ¡Sentirán nuestra ira!
La tensión aumentaba, pero los espectadores seguían comentando, algunos incluso sacando palomitas para disfrutar del espectáculo.
Hatsune Miku: ¡Esto es un verdadero drama! ¡No puedo dejar de mirarlo!
Riko: ¡Es como una telenovela, pero con más acción!
Kowalski: ¡Deberíamos hacer un análisis de esta batalla!
Mientras tanto, la lucha continuaba, pero la mayoría de los personajes se preguntaban si realmente valía la pena pelear por algo tan trivial. La risa y la burla resonaban en el aire, y la batalla se convertía en un espectáculo más que en un conflicto serio.
Finalmente, alguien gritó:
Mario: ¡Es hora de que todos se calmen y hablen las cosas! ¡No hay necesidad de pelear!
La multitud se quedó en silencio, y todos miraron a Mario, esperando su próximo movimiento. ¿Podría el héroe de los videojuegos ser la voz de la razón en medio de este caos?