La sala estalla en risas una vez más al ver a Terry, que aún aturdido por el impacto, se queda paralizado al ver a Ghostface, quien aparece de la nada con su icónica máscara y un cuchillo de juguete en la mano.
Ghostface: (con voz burlona) ¿Te gustaría unirte a la fiesta, Terry? ¡No te preocupes, solo es un poco de diversión!
Terry, aún temblando, se da la vuelta y ve a todos los presentes riendo a carcajadas. La escena es un caos de alegría y risas, y él se siente como el blanco de todas las miradas.
Merlina, con una sonrisa traviesa, se acerca a él y le susurra:
Merlina: ¿Ves? A veces las bromas pueden volverse en tu contra.
Doraemon, aún riendo, se acerca a Terry y le ofrece un dulce de su bolsillo.
Doraemon: Aquí, esto te hará sentir mejor. Pero la próxima vez, ¡piensa en lo que haces!
Terry, con una mezcla de vergüenza y resignación, toma el dulce y lo mira con desconfianza. Sin embargo, la risa de sus amigos lo hace sentir un poco mejor.
Vegeta, cruzando los brazos, añade:
Vegeta: No te preocupes, Terry. Al menos ahora sabes que no puedes jugar con los que saben jugar mejor.
Gokú, siempre optimista, se acerca a Terry y le da una palmadita en la espalda.
Gokú: ¡Vamos, amigo! ¡Es solo una broma! ¡La próxima vez, asegúrate de que sea una buena!
La Chilindrina, aún riendo, se acerca y le dice:
Chilindrina: ¡Y asegúrate de que no te pase lo mismo otra vez!
Mientras tanto, Flowey, con su sonrisa burlona, se acerca a Terry y le dice:
Flowey: No te preocupes, Terry. Siempre habrá una próxima vez. ¡Y yo estaré aquí para recordártelo!
La fiesta continúa, llena de risas y buenos momentos, mientras Terry, aunque avergonzado, se une a las risas de sus amigos. A pesar de su mal día, se da cuenta de que, al final, lo más importante es la diversión y la compañía de aquellos que lo rodean.
Ghostface, aún en su papel, se une a la diversión y comienza a hacer movimientos cómicos, lo que provoca que todos estallen en carcajadas una vez más. La noche avanza, y la sala se llena de música, risas y un ambiente festivo que nadie olvidará.
Y así, entre bromas y risas, la fiesta de Navidad se convierte en una celebración inolvidable, donde todos, incluso Terry, aprenden que a veces las mejores lecciones vienen envueltas en risas.