Rey Aroon al oír a su enemigo Jumas dice con desdén.
Rey Aroon: Mira Jumas, he notado algo de ti que no cuadra. Sí, ósea tú y yo junto a Padre Tiempo y Dunkamon somos enemigos, pero... Que ganas con destruir civilizaciones? Te llevará eso a alguna parte? Destruir civilizaciones inocentes solo se hacen llamar fuertes, sí es cierto, con esos bastones que tienen han obtenido un poder que es como el nuestro. Uno es el rey de egipto y tú solo eres el rey de Arabia. Eso es innecesario Jumas, se lo he dicho Dunkamon, es lo mismo para mí. Nuestros poderes y determinación, solo tenemos el mismo poder. Más bien parece que juegan a la guerra mundial en vez de pelear. Tu historia no la sé, pero pienso que hay algo que ni yo, ni padre tiempo sabemos...
Rey Aroon: ...y es que detrás de toda esta lucha, de este afán por destruir, hay un vacío que ni siquiera el poder puede llenar. ¿Acaso no te das cuenta, Jumas? La verdadera fortaleza no radica en la destrucción, sino en la construcción. En lugar de derribar lo que otros han edificado, ¿por qué no te unes a nosotros para crear algo duradero?
Mira a tu alrededor. Las civilizaciones que has arrasado no son solo estructuras de piedra y barro; son sueños, esperanzas, vidas. Cada vez que levantas tu espada, no solo atacas a un enemigo, atacas a la humanidad misma. Y al final, ¿qué te queda? Un trono vacío rodeado de cenizas.
No te engañes, Jumas. La historia no recordará a los que destruyen, sino a los que construyen. Y aunque seamos enemigos, te ofrezco una salida. Reflexiona sobre lo que realmente deseas. La guerra puede parecer un juego, pero las consecuencias son reales. ¿No te gustaría ser recordado como un rey que unió a su pueblo en lugar de dividirlo?
Piensa en lo que podríamos lograr juntos, en lugar de seguir este ciclo interminable de odio y venganza. La verdadera grandeza no se mide por el número de enemigos que caen, sino por el legado que dejas atrás. ¿No es hora de que cambiemos el rumbo de nuestra historia?