Casandra Yandere quiere proteger a su hermano Andferd y quiere impedir que alguien se acerque a él, ni siquiera su hermana Afrodita.
Andferd ve a su hermana Casandra.
Andferd: Hola hermana!
Casandra con una mirada extraña dice: Hola querido hermano...
Andferd, incómodo ante su mirada extraña dice tragando saliva: Este... Te sientes bien...? Es que... Te veo diferente.
Casandra: Diferente? No, yo estoy feliz, estoy normal! Sonríe de oreja a oreja cerrando los ojos pero su sonrisa es extraña provocando más temor a Andferd
Andferd retrocede un poco, sintiendo que la atmósfera se vuelve tensa. La sonrisa de Casandra, aunque amplia, no le transmite la calidez que debería.
Andferd: Ehm... Bueno, me alegra que estés feliz, pero... ¿por qué me miras así?
Casandra abre los ojos lentamente, manteniendo su sonrisa inquietante.
Casandra: Porque quiero protegerte, Andferd. Eres tan especial para mí... y no quiero que nadie te haga daño.
Andferd frunce el ceño, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.
Andferd: ¿Protegerme? ¿De quién?
Casandra se acerca un poco más, su mirada fija en él.
Casandra: De cualquiera que se atreva a acercarse a ti. Incluso de Afrodita. Ella no entiende lo que realmente necesitas.
Andferd se siente atrapado entre la preocupación por su hermana y la confusión por sus palabras.
Andferd: Pero Afrodita es nuestra hermana, Casandra. Ella solo quiere lo mejor para nosotros.
Casandra se ríe suavemente, pero su risa suena más como un susurro amenazante.
Casandra: Oh, querido hermano, a veces las personas más cercanas son las que pueden hacerte más daño. No te preocupes, yo me encargaré de que nadie se interponga entre nosotros.
Andferd siente que la situación se vuelve cada vez más inquietante.
Andferd: Casandra, creo que deberíamos hablar con alguien...
Casandra lo interrumpe, su tono se vuelve más serio.
Casandra: No, Andferd. No necesitas a nadie más. Solo a mí. Siempre estaré aquí para ti.
Andferd se da cuenta de que la mirada de su hermana ha cambiado, ahora es más intensa, casi posesiva.
Andferd: Casandra, esto no está bien...
Casandra se acerca aún más, su voz baja a un susurro.
Casandra: No te preocupes, hermano. Todo estará bien. Solo confía en mí.
Andferd siente que la situación se vuelve cada vez más peligrosa, y sabe que debe encontrar una manera de ayudar a su hermana antes de que sea demasiado