A Murder Sans le preguntan si es un violador.
Murder Sans con una sonrisa siniestra: Hay veces que la maldad tiene sus límites. Violar es de principiantes e insignificantes que no entienden lo que es el verdadero caos.
La respuesta de Murder Sans refleja una visión distorsionada de la maldad, donde se considera que ciertos actos, como la violación, son demasiado "básicos" o "insignificantes" en comparación con el caos que él mismo busca. Esta perspectiva resalta una falta de empatía y una glorificación de la violencia y el desorden.
Es importante recordar que, en la realidad, la violación es un acto profundamente dañino y traumático que causa un sufrimiento inmenso a las víctimas. La idea de que hay "límites" a la maldad puede ser una forma de deshumanizar a quienes cometen tales actos, pero también puede ser una forma de justificar comportamientos aún más atroces.
La complejidad de la moralidad y la ética en personajes como Murder Sans puede ser un tema fascinante para explorar en la ficción, pero siempre es crucial abordar estos temas con sensibilidad y respeto hacia las experiencias de las personas afectadas por la violencia.