Murder Sans se topa con Zombies.
El fantasma de Papyrus: Sans, que hacemos? Estos Zombies nos están rodeando.
Murder Sans: Vaya, esto se pone interesante Papyrus. No te preocupes, yo he podido lidiar con todo. Quien necesita muertos vivientes, cuando puedes mejor derrotarlos?
El fantasma de Papyrus: ¡Pero, Murder Sans! ¡Son demasiados! No podemos simplemente pelear contra todos ellos. Necesitamos un plan.
Murder Sans: Tienes razón, hermano. Pero no subestimes el poder de un buen ataque sorpresa. ¿Ves esa colina? Si logramos atraer a algunos de ellos hacia allí, podríamos hacer que se caigan y se deshagan de ellos sin mucho esfuerzo.
El fantasma de Papyrus: ¡Eso suena arriesgado! Pero, si lo hacemos bien, podríamos ganar tiempo. ¿Cómo los atraemos?
Murder Sans: Déjamelo a mí. Voy a hacer un poco de ruido. Murder Sans se aleja un poco y comienza a hacer ruidos extraños, llamando la atención de los zombies.
El fantasma de Papyrus: ¡Ten cuidado, por favor! No quiero perderte en esta locura.
Murder Sans: No te preocupes, Papyrus. Siempre tengo un as bajo la manga. Los zombies comienzan a acercarse, siguiendo el sonido.
El fantasma de Papyrus: ¡Ahora! ¡Corre hacia la colina!
Murder Sans y Papyrus corren hacia la colina, mientras los zombies los siguen, tropezando entre sí.
Murder Sans: ¡Ahora! ¡Empuja esas rocas! Ambos empujan unas rocas grandes que caen sobre los zombies, aplastándolos.
El fantasma de Papyrus: ¡Lo hicimos! ¡Funcionó!
Murder Sans: Claro que sí. Pero no te relajes, hermano. Aún quedan más por venir. ¿Listo para la siguiente ronda?
El fantasma de Papyrus: ¡Siempre estoy listo! ¡Vamos a acabar con estos zombies de una vez por todas!