Pan saluda a Merlina.
Merlina con su toque de misterio la observa. Luego se encoge de hombros y dice: No estoy acostumbrada a que me saluden. Así que... Hola supongo
Pan sonríe, intrigado por la respuesta de Merlina. "No te preocupes, a veces un saludo puede ser un poco extraño. Pero me alegra que lo hayas aceptado. ¿Qué te trae por aquí en un día como este?"
Merlina, con una mirada enigmática, responde: "La curiosidad, supongo. Siempre hay algo nuevo que descubrir, incluso en lo cotidiano. ¿Y tú? ¿Qué buscas en este lugar?"
Pan se rasca la cabeza, pensando en cómo responder. "Busco aventuras, historias que contar. A veces, la vida necesita un poco de magia, ¿no crees?"
Merlina arquea una ceja, interesada. "La magia puede ser peligrosa. Pero también puede ser fascinante. ¿Qué tipo de magia buscas?"
"Quizás la magia de lo inesperado", dice Pan, con una chispa en los ojos. "¿Te gustaría acompañarme en esta búsqueda?"
Merlina lo mira con una mezcla de curiosidad y desconfianza. "Tal vez. Pero ten cuidado, porque a veces lo inesperado puede llevarte a lugares oscuros."
"Eso es parte de la aventura", responde Pan, sonriendo. "¿Te atreves?"
Merlina, sintiendo una extraña conexión, asiente lentamente. "Está bien, pero recuerda: no todo lo que brilla es oro."
Y así, los dos se embarcan en una nueva aventura, cada uno con su propio misterio y magia por descubrir.