Evil Cody escucha la canción de la vecindad del chavo.
Cody a pesar de que era malvado, le gustaba esa canción pues le daba nostalgia: Esa canción...
El fantasma de Obama aparece y dice: Cody, entiendo que seas malo y sí, todo eso del chavo quedará en nuestra memoria. Pero mira el lado bueno, recuerda que el chavo siempre tenía ideas para hacer amigos!
Cody agacha la cabeza y siente que va a llorar al oír la canción. Pero se recompone.
Cody: La canción me da nostalgia, sí... Pero la maldad me ha consumido Obama
El fantasma de Obama, con una mirada comprensiva, se acerca un poco más a Cody.
Obama: Cody, la nostalgia no es algo malo. A veces, recordar momentos felices puede ser el primer paso para cambiar. El Chavo siempre buscaba la amistad, incluso en los momentos más difíciles. ¿No te gustaría tener un amigo?
Cody, sintiendo un tirón en su corazón, responde con un tono desafiante.
Cody: ¿Amigos? ¿Para qué? La maldad es más poderosa. La soledad me ha hecho fuerte.
Obama sonríe con amabilidad.
Obama: La fuerza no siempre proviene de la maldad, Cody. A veces, la verdadera fortaleza está en abrirse a los demás. Piensa en cómo el Chavo siempre encontraba formas de ayudar a sus amigos, incluso cuando no tenía mucho.
Cody se cruza de brazos, pero su expresión comienza a cambiar.
Cody: Tal vez... pero no sé cómo ser amigo. La maldad es lo que conozco.
Obama: Todos tenemos la capacidad de cambiar, Cody. Solo necesitas dar el primer paso. ¿Qué tal si intentas hacer algo bueno hoy?
Cody mira hacia el horizonte, la canción aún resonando en su mente.
Cody: Hacer algo bueno... No sé si puedo. Pero... tal vez podría intentar ayudar a alguien.
Obama asiente, su figura brillando con esperanza.
Obama: Eso es todo lo que se necesita, Cody. Un pequeño gesto puede marcar la diferencia. Recuerda, incluso el más malvado puede encontrar redención.
Cody, sintiendo una mezcla de confusión y esperanza, finalmente responde.
Cody: Está bien, Obama. Lo intentaré. Pero no prometo que sea fácil.
Obama sonríe, su figura comenzando a desvanecerse.
Obama: No te preocupes, Cody. El primer paso es lo más importante. ¡Buena suerte!
Y así, mientras la canción de la vecindad del Chavo seguía sonando, Cody se quedó pensando en lo que podría ser un nuevo comienzo.