Mientras Evil Cody reflexionaba acerca de las palabras de Merlina. Dijo con una voz suave
Evil Cody se levanta, no voltea a ver a Merlina pero suspira: Con melancolía No sé que le pasó a ese detective resuelve misterios. Se fue. Pero hay ocasiones en las que me he vuelto honesto y muchas cosas buenas he hecho. Nunca es tarde para arrepentirse. Hay veces en las que... Uno nunca sabe lo que hace
Merlina lo observó en silencio, sintiendo la carga de sus palabras. La atmósfera se tornó densa, como si el aire mismo estuviera impregnado de los ecos de decisiones pasadas. Se acercó un poco más, su mirada penetrante buscando la verdad detrás de la fachada de Evil Cody.
—A veces, el arrepentimiento puede ser un faro en la oscuridad —dijo Merlina, su voz firme pero comprensiva—. Pero también puede ser una cadena que nos ata al pasado. ¿Qué es lo que realmente deseas, Cody? ¿Redención o simplemente un escape de tus propios demonios?
Evil Cody se quedó en silencio, su mente luchando entre el deseo de cambiar y la tentación de permanecer en la sombra de su propia creación. La lucha interna era palpable, y aunque no la miraba, podía sentir la intensidad de su presencia.
—No lo sé —respondió finalmente, su voz apenas un susurro—. A veces creo que el detective que fui se perdió en el camino, pero hay momentos en los que siento que aún puedo encontrarlo. Quizás no todo está perdido.
Merlina asintió, comprendiendo que el camino hacia la redención no era sencillo. Se acercó un poco más, su tono se suavizó.
—No tienes que hacerlo solo. Todos tenemos sombras, pero también hay luz. A veces, solo necesitamos a alguien que nos ayude a encontrarla.
Evil Cody giró lentamente su cabeza hacia ella, sus ojos reflejando una mezcla de esperanza y duda. La conexión entre ambos se sentía más fuerte, como si las palabras de Merlina pudieran ser el primer paso hacia un nuevo comienzo.
—¿Y si me caigo de nuevo? —preguntó, su voz temblando ligeramente.
—Entonces te ayudaré a levantarte —respondió Merlina con determinación—. Pero primero, debes dar el primer paso. ¿Estás listo para enfrentarte a lo que hay dentro de ti?