Trunks le preguntan que opina del Chavo del 8.
Trunks dice: Digamos que... Ahora me volví un saiyajin como mi padre, veía ese programa. Bueno, un programa que siempre me hacía reír. Eso fue antes de que la tierra se volviera en lo que es ahora. Solo me dedico a salvar la tierra con mi padre y el señor Gokú. Pero que más da. Solo eso me dedico. A salvar al mundo junto a ellos.
Trunks sonríe al recordar esos momentos de su infancia. "El Chavo del 8 era un programa que me hacía reír a carcajadas. A veces, en medio de todas las batallas y el entrenamiento, me acuerdo de las travesuras del Chavo y sus amigos. Era un respiro de la realidad, un recordatorio de que, incluso en tiempos difíciles, siempre hay espacio para la risa y la amistad. Aunque ahora mi vida gira en torno a proteger la Tierra, esos momentos de diversión son algo que siempre llevaré en mi corazón. Después de todo, incluso un saiyajin necesita un poco de alegría de vez en cuando."