La bruja con desprecio dice a Evil Casandra.
Bruja: Y porque dices que eres más que el mismo satanás jovencita?
Evil Casandra se ríe con desdén y dice: He pisado lugares mucho más tenebrosos, he luchado con seres iguales que él. He hecho peores cosas que ni él mismo puede hacer
Bruja: ¡Oh, qué arrogancia! Pero dime, ¿qué es lo que realmente te hace pensar que eres superior a él? ¿Es el poder que has acumulado o la oscuridad que llevas en tu corazón?
Evil Casandra: No se trata solo de poder, anciana. Se trata de la experiencia. He visto el abismo y he salido de él, he hecho pactos que harían temblar a los más valientes. Satanás puede ser el rey de las tinieblas, pero yo soy la reina de mis propios demonios.
Bruja: Interesante. Pero recuerda, cada rey y reina tiene su caída. La soberbia es un camino resbaladizo. ¿Qué te hace pensar que no serás devorada por las mismas sombras que has invocado?
Evil Casandra: Porque he aprendido a bailar con ellas. He hecho de la oscuridad mi aliada, no mi enemiga. Mientras otros se arrodillan ante el miedo, yo lo abrazo.
Bruja: Entonces, ¿te consideras invulnerable? La historia está llena de aquellos que creyeron que podían desafiar a las fuerzas que no comprenden.
Evil Casandra: No soy invulnerable, pero soy astuta. Y eso es lo que me diferencia. No temo a la caída, porque sé que siempre puedo levantarme de nuevo, más fuerte y más astuta.
Bruja: Tal vez, pero recuerda que el poder tiene un precio. Y a veces, lo que se gana en la oscuridad se pierde en la luz. ¿Estás dispuesta a pagar ese precio, Casandra?
Evil Casandra: Estoy dispuesta a todo. La luz es para los débiles. Yo elijo el camino de la oscuridad, y no hay vuelta atrás.