Evil Casandra se topa con Trunks.
Casandra con una expresión seria dice.
Casandra: No te cansas Trunks?
Trunks: Cansarme de qué? Yo nunca me rindo porque se lo que puedo hacer.
Casandra frunce el ceño: No me referiría a eso!
Casandra: Me refiero a que siempre estás luchando, siempre persiguiendo a los villanos, siempre tratando de salvar a todos. ¿No te cansas de ser el héroe?
Trunks: No puedo darme el lujo de rendirme. Hay demasiadas vidas en juego, y siempre hay alguien que necesita ayuda.
Casandra: Pero, ¿y tú? ¿Quién te ayuda a ti? Te has convertido en un guerrero formidable, pero también en un prisionero de tu propia determinación.
Trunks: No soy un prisionero. Estoy eligiendo este camino. Cada batalla me hace más fuerte, y cada victoria me acerca a un futuro mejor.
Casandra: ¿Y si ese futuro nunca llega? ¿Qué pasará cuando te des cuenta de que has sacrificado tanto por una causa que tal vez nunca se logre?
Trunks: No puedo pensar así. Si no lucho, entonces ya he perdido. Prefiero arriesgarme a fallar que quedarme de brazos cruzados.
Casandra: A veces, la verdadera fuerza está en saber cuándo dejar ir. No todo se puede salvar, Trunks. A veces, hay que aceptar la realidad.
Trunks: Tal vez tengas razón, pero no puedo dejar que la desesperanza me consuma. Siempre habrá algo por lo que luchar.
Casandra: Y yo respeto eso, pero no olvides cuidar de ti mismo en el proceso. La lucha no vale la pena si pierdes lo que eres en el camino.