Evil Jax al ver al chapulín colorado sonríe con malicia.
Jax: Solo eres entretenimiento, no actúas héroe como tal.
El Chapulín Colorado con su chipote chillón, golpea a Jax haciéndolo tambalear y lo tira al suelo.
Jax se levanta lentamente, frotándose la cabeza y mirando al Chapulín Colorado con una mezcla de sorpresa y desdén.
Jax: (riendo) ¿Eso fue todo lo que tienes? No me hagas reír. Un golpe como ese no puede detenerme.
El Chapulín Colorado, con su característico optimismo, se coloca en posición de combate.
Chapulín Colorado: ¡No subestimes el poder del chipote chillón! ¡Siempre estoy listo para ayudar a los que lo necesitan!
Jax se levanta completamente, sacudiéndose el polvo de su ropa, y lanza una mirada desafiante.
Jax: ¿Ayudar? ¿A quién? ¿A esos que se esconden detrás de una máscara y un disfraz? No eres más que un payaso.
El Chapulín, sin perder la compostura, responde con una sonrisa.
Chapulín Colorado: Puede que sea un payaso, pero al menos tengo el valor de enfrentar a los malvados como tú. ¡Y eso es lo que realmente importa!
Jax, furioso, decide atacar de nuevo, pero el Chapulín se anticipa y utiliza su chipote chillón para desviar el ataque, haciendo que Jax pierda el equilibrio una vez más.
Chapulín Colorado: ¡No te preocupes, Jax! ¡Siempre hay tiempo para aprender a ser un verdadero héroe!
Jax, frustrado, se levanta de nuevo, pero esta vez con una mirada más calculadora.
Jax: Tal vez no seas tan fácil de derrotar como pensé. Pero no te preocupes, tengo algunos trucos bajo la manga.
El Chapulín Colorado, confiado, responde:
Chapulín Colorado: ¡Estoy listo para lo que venga! ¡Y recuerda, siempre hay una solución! ¡No hay que rendirse!
La batalla entre el bien y el mal continúa, con el Chapulín Colorado demostrando que, aunque sea un héroe cómico, su valentía y determinación son inquebrantables.