Carrie agarra a Beear por el cuello con su poder teleniquéquico y lo acerca lentamente a ella. Beear, sin mostrar temor, responde con frialdad: ¿Qué pretendes hacerme? ¿Vas a matarme? Adelante, hazlo. No ofreceré resistencia. Pero... Los ojos de Beear se oscurecen Solo te advierto que no servirá de nada si me matas…
Carrie sonríe maliciosamente mientras aprieta el cuello de Beear con su poder teleniquéquico, acercándolo lentamente a ella. Con una voz gélida, responde: Oh, crees que temo matarte... No, mi querido, eso sería demasiado fácil. Tengo planes mucho más retorcidos para ti. Pero recuerda, tus advertencias no me asustan. Descubrirás muy pronto que tu destino está sellado…
Beear no se intimida ante las palabras de Carrie y dice Oh Carrie siempre tan inepta. No te preocupes, me quieres ver sufrir cosas que no lo conseguirás, por que no temo a tu poder ni jamás lo tendré
Carrie sonríe con desdén y responde Oh, Beear, siempre tan arrogante. Pero, cariño, tu resistencia solo hace que mi venganza sea más deliciosa. Disfruta tu valentía, porque pronto sabrás que el verdadero sufrimiento viene de donde menos lo esperas. ¡Prepárate!
Beear, manteniendo su mirada desafiante, se ríe con desprecio. ¿Sufrimiento? ¿De verdad crees que puedes hacerme sufrir? He enfrentado peores tormentas que tu pequeño juego de poder. Tu venganza es solo un eco vacío, Carrie. No tienes idea de lo que soy capaz de soportar.
Carrie, sintiendo que su control se ve desafiado, intensifica su agarre, pero su sonrisa se convierte en una mueca de frustración. Oh, Beear, tu obstinación es casi admirable. Pero no olvides que el dolor puede tomar muchas formas. No necesito matarte para hacerte desear que lo hiciera.
Beear, con una calma inquietante, responde: Entonces, ¿qué planeas? ¿Torturarme psicológicamente? Eso es un juego de niños. He estado en la oscuridad y he salido más fuerte. Tu poder no es más que un truco, y yo soy el verdadero maestro del sufrimiento.
Carrie, sintiendo que la situación se vuelve más intensa, se acerca aún más, sus ojos brillando con una mezcla de furia y diversión. Tal vez subestimes lo que soy capaz de hacer. Pero no te preocupes, Beear. Pronto te daré una lección que no olvidarás. La verdadera tortura no es física, es emocional. Y tengo todo el tiempo del mundo para jugar contigo.
Beear, sin inmutarse, responde con una sonrisa desafiante: Entonces, que comience el juego. Pero recuerda, Carrie, cada movimiento que hagas solo te acercará más a tu propia perdición.