Jorgito (El hermano muerto de Ber) siente una punzada de incomodidad después de escuchar a Terry decir “¡Feliz Navidad! ¡Celebremos!” Se da la vuelta con un aire de desdén. Los demás miran a Terry con una mirada que transmite su desaprobación hacia él y lo que representa. Jorgito se ríe. “¡Feliz Navidad Terry! Vamos, ¿qué otra sugerencia ridícula tienes?
Terry, sintiendo la tensión en el aire, intenta mantener una sonrisa, pero su entusiasmo se desvanece ante la reacción de los demás. “Solo quería que tuviéramos un momento de alegría, algo que nos uniera”, dice, su voz temblando un poco.
Jorgito se cruza de brazos, su risa aún resonando en el ambiente. “¿Alegría? ¿De verdad crees que eso es posible aquí? ¿Con todo lo que ha pasado?” Su mirada se endurece, y los demás asienten, compartiendo su desdén.
“Quizás deberíamos recordar lo que hemos perdido en lugar de celebrar”, añade uno de los presentes, su tono grave. La atmósfera se vuelve más pesada, y Terry siente que su intento de crear un momento festivo se desmorona.
“Lo sé, lo sé”, responde Terry, tratando de encontrar las palabras adecuadas. “Pero también necesitamos encontrar una forma de seguir adelante. No podemos quedarnos atrapados en el pasado para siempre.”
Jorgito suelta una risa sarcástica. “¿Y qué propones? ¿Un brindis por los que ya no están? ¿O tal vez un baile en su honor? Eso sí que sería ridículo.”
El grupo se queda en silencio, y la incomodidad se hace palpable. Terry mira a su alrededor, buscando alguna señal de apoyo, pero solo encuentra miradas de desaprobación. “Solo pensé que un poco de luz podría ayudar”, murmura, sintiéndose cada vez más pequeño.
“Quizás deberías dejar de intentar forzar la felicidad”, dice Jorgito, su tono cortante. “A veces, lo mejor que podemos hacer es aceptar el dolor y no tratar de ocultarlo con sonrisas falsas.”
Terry asiente lentamente, sintiendo que su idea de celebración se ha desvanecido. “Está bien, lo entiendo. Solo quería que todos estuviéramos juntos, aunque sea por un momento.”
“Juntos en el dolor, eso sí”, responde Jorgito, su mirada aún fija en Terry. “Pero no en la farsa de una celebración que no tiene sentido.”
El grupo se queda en silencio, cada uno lidiando con sus propios sentimientos, mientras la Navidad se siente más distante que nunca.