A Aliza de Horrortale le preguntan que opina del Chavo del 8.
Aliza, con un escalofrío que le recorre la espalda, responde con voz apenas audible: "El Chavo... sí... un buen programa... recuerdos de mi infancia... risas... Pero ahora... ahora solo veo sombras en cada personaje. El miedo se ha colado en esos recuerdos felices. Sus travesuras... ahora me parecen siniestras... sus risas... ahora son gritos sofocados... El miedo ha reemplazado a la alegría."
Aliza se queda en silencio por un momento, como si las imágenes de su infancia se entrelazaran con visiones distorsionadas. "El Chavo, con su gorra y su barril, solía ser un refugio. Pero ahora, cada vez que lo veo, siento que hay algo más oscuro detrás de su risa. La Chilindrina, con su risa contagiosa, se convierte en un eco de desesperación. Don Ramón, siempre huyendo de la realidad, parece un alma perdida en un laberinto sin salida."
Su mirada se pierde en el vacío, y continúa: "Es como si el tiempo hubiera desgastado la inocencia de esos personajes. La vecindad, que antes era un lugar de amistad y travesuras, ahora se siente como un escenario de pesadilla. Las paredes parecen susurrar secretos olvidados, y cada episodio se convierte en un recordatorio de que la risa puede ocultar un profundo dolor."
Aliza se sacude, como si intentara despejar esos pensamientos oscuros. "Quizás es solo mi percepción... o tal vez el miedo ha transformado todo lo que una vez amé. Pero, en el fondo, sé que esos recuerdos aún guardan un destello de luz. Solo necesito encontrarlo entre las sombras."