William Afton al ver a Murder Sans sonríe de manera siniestra y dice Murder Sans... un placer verte de nuevo.
Murder Sans mira fijamente a William Afton y responde con una risa macabra: El placer es todo mío, William Afton. Estoy aquí para cobrar lo que me debes.
William Afton se inclina ligeramente hacia adelante, su sonrisa se vuelve más amplia y sus ojos brillan con una mezcla de interés y desafío.
—¿Deber? Oh, querido Murder Sans, siempre has sido tan directo. Pero, ¿acaso no sabes que en este juego, las deudas pueden ser... reestructuradas?
Murder Sans cruza los brazos, su expresión se torna más seria, aunque su voz sigue teniendo un tono burlón.
—Reestructuradas, dices. Pero no puedes escapar de lo que has hecho. Las almas que has atrapado, el dolor que has causado... todo tiene un precio, Afton.
William se ríe suavemente, como si disfrutara del desafío.
—El dolor es solo una parte del proceso, amigo. Y yo siempre he sido un maestro en el arte de la manipulación. Pero, ¿qué tal si hacemos un trato?
Murder Sans levanta una ceja, intrigado pero cauteloso.
—¿Un trato? ¿Qué tipo de trato tienes en mente?
William se reclina hacia atrás, su mirada se vuelve más calculadora.
—Te ofrezco una oportunidad. Juntos, podríamos causar un caos que haría que tus deudas se vean como un simple juego. Imagina el poder que tendríamos...
Murder Sans lo interrumpe, su voz fría como el hielo.
—No me interesa el poder. Lo que quiero es justicia. Y tú, William Afton, eres el objetivo.
William se encoge de hombros, su sonrisa nunca desaparece.
—Entonces, ¿qué tal si jugamos un poco más? Después de todo, el juego apenas comienza.
Ambos se miran fijamente, la tensión en el aire palpable, mientras el destino de sus almas pende de un hilo.