Alastor al oír a Terry decir feliz navidad y proponer celebrarla, se ríe a carcajadas. Los demás lo miran con desprecio indicando que no apoyan su idea.
Alastor: Por favor terry, quien en su sano juicio celebraría la navidad? En especial en Hazbin Hotel. Aquí no se celebran festividades insignificantes como la navidad
Terry, un poco confundido pero decidido, responde con una sonrisa:
Terry: ¡Vamos, Alastor! La Navidad no es solo una festividad insignificante. Es una oportunidad para reunirnos, compartir y, tal vez, encontrar un poco de alegría en este lugar tan caótico.
Alastor se cruza de brazos, aún riéndose.
Alastor: ¿Alegría? ¿En el hotel de los condenados? No me hagas reír. Aquí lo único que se celebra son las almas perdidas y los contratos infernales.
Los demás, aún con miradas de desaprobación, comienzan a murmurar entre ellos.
Terry: Pero, ¿y si hacemos algo diferente? Podríamos decorar el lugar, hacer una cena... ¡Incluso un intercambio de regalos!
Alastor levanta una ceja, intrigado pero escéptico.
Alastor: ¿Intercambio de regalos? ¿Qué vas a regalar, Terry? ¿Un par de cadenas?
Terry se ríe, sin desanimarse.
Terry: ¡No! Podría ser algo más significativo. Algo que realmente represente lo que somos.
Alastor, aún con una sonrisa burlona, responde:
Alastor: Muy bien, Terry. Si quieres celebrar la Navidad en este lugar, adelante. Pero no digas que no te lo advertí cuando todo se convierta en un caos.
Los demás comienzan a murmurar entre ellos, algunos mostrando interés en la idea de Terry, mientras que otros siguen escépticos.
Terry: ¡Perfecto! Entonces, ¡empecemos a planearlo!
Alastor se encoge de hombros, disfrutando del espectáculo que se avecina.
Alastor: Que comience la locura navideña, entonces. Pero recuerda, Terry, en el infierno, la Navidad puede ser más peligrosa de lo que piensas.