Piccolo al ver que Terry no para de insistir con su propuesta navideña, suspira.
Piccolo serio: Bueno, si eso quieres, supongo que está bien. Pero no prometo divertirme ni reírme.
Terry, emocionado, no puede evitar sonreír al escuchar la respuesta de Piccolo.
Terry: ¡Eso es todo lo que necesitaba escuchar! ¡Vamos a hacer de esta Navidad algo inolvidable!
Piccolo, con una ceja levantada, responde:
Piccolo: Inolvidable, dices... Espero que no signifique que tendré que vestirme de reno o algo así.
Terry ríe y sacude la cabeza.
Terry: No, no, nada de eso. Solo algunas tradiciones, un poco de música y, tal vez, un intercambio de regalos.
Piccolo, cruzando los brazos, se muestra escéptico.
Piccolo: Suena... interesante. Pero, ¿qué hay de la comida? Porque si no hay buena comida, no sé si podré soportarlo.
Terry asiente con entusiasmo.
Terry: ¡Por supuesto! Habrá un festín. Prometo que habrá suficiente comida para que no te quejes.
Piccolo, finalmente esbozando una pequeña sonrisa, responde:
Piccolo: Bueno, eso suena un poco mejor. Pero no esperes que me ponga a cantar villancicos.
Terry, riendo, responde:
Terry: ¡No te preocupes! Solo quiero que estés allí. La diversión vendrá sola.
Piccolo suspira de nuevo, pero esta vez con un toque de resignación.
Piccolo: Está bien, Terry. Haré un esfuerzo. Pero no prometo nada.
Terry: ¡Eso es todo lo que pido! ¡Vamos a hacer que esta Navidad sea épica!