Ming Lee se topa con Alegría Malvada.
Ming Lee se transforma en una panda roja gigantesca.
Alegría se sorprende por un momento. Pero luego dice: Por que debería asustarme Sra. Lee? Si Mei Lee es igual que un panda, será el mismo resultado que usted
Ming Lee, en su forma de panda roja gigantesca, observa a Alegría Malvada con curiosidad. La sorpresa en el rostro de Alegría se convierte rápidamente en una sonrisa desafiante.
—¿Por qué debería asustarme, Sra. Lee? —dice Alegría, cruzando los brazos—. Si Mei Lee es igual que un panda, será el mismo resultado que usted.
Ming, con su gran tamaño y pelaje rojo brillante, se siente un poco confundida. No está segura de si Alegría está bromeando o si realmente la está subestimando.
—¡No soy solo un panda! —responde Ming, su voz resonando como un trueno suave—. ¡Soy una panda roja con emociones y poder!
Alegría se ríe, pero hay un destello de respeto en sus ojos.
—Entiendo, pero a veces, las emociones pueden ser una debilidad. ¿Qué harás cuando te enfrentes a algo que no puedes manejar?
Ming se detiene, reflexionando sobre las palabras de Alegría.
—Quizás no se trate solo de manejarlo, sino de aceptarlo y aprender de ello.
Alegría asiente, reconociendo la sabiduría en la respuesta de Ming.
—Entonces, ¿qué tal si trabajamos juntas? Tal vez podamos encontrar una manera de usar nuestras diferencias a nuestro favor.
Ming, sintiendo una chispa de esperanza, asiente con la cabeza.
—¡Eso suena genial! ¡Juntas podemos ser más fuertes!
Y así, en medio de la confusión y la sorpresa, dos fuerzas opuestas comienzan a encontrar un terreno común, listas para enfrentar cualquier desafío que se les presente.