Evil Casandra al ver al chapulín colorado sonríe siniestramente.
Casandra: Que vas a hacer? Vas a decir tu famosa frase "síganme los buenos"?
El Chapulín Colorado con su chipote chillón, golpea a Casandra y la tumba al suelo dejándola atontada.
El Chapulín Colorado: No contaban con mi astucia!
Casandra, aturdida en el suelo, se reincorpora lentamente mientras se sacude el polvo de su disfraz. Con una mirada desafiante, se levanta y dice:
Casandra: ¡Eso fue solo un golpe de suerte, Chapulín! No creas que me detendrás tan fácilmente.
El Chapulín Colorado, con su característico aire de confianza, responde:
El Chapulín Colorado: ¡No subestimes el poder de la astucia y la valentía! Siempre estoy listo para enfrentar a los villanos como tú.
Casandra, con una sonrisa maliciosa, se acerca lentamente.
Casandra: ¿Valentía? ¿O tal vez solo es un acto de desesperación? ¿Qué harás ahora, Chapulín? ¿Llamar a tus amigos?
El Chapulín Colorado, sin perder la compostura, levanta su chipote chillón y dice:
El Chapulín Colorado: ¡No necesito a nadie más! Con mi astucia y un poco de valentía, puedo enfrentar cualquier desafío. ¡Y tú no eres la excepción!
De repente, Casandra lanza un rayo de energía oscura hacia el Chapulín, pero él, ágil como siempre, se agacha y esquiva el ataque.
El Chapulín Colorado: ¡Eso fue muy cerca! Pero no contabas con que tengo un as bajo la manga... ¡El poder de la risa!
Con un movimiento rápido, el Chapulín comienza a hacer muecas y chistes, haciendo que Casandra se detenga, confundida por la inesperada táctica.
Casandra: ¿Qué estás haciendo? ¡Esto no es un espectáculo de comedia!
El Chapulín Colorado, con una sonrisa, responde:
El Chapulín Colorado: ¡Exactamente! Pero a veces, la risa es la mejor arma contra el mal. ¡Y tú no puedes resistirte a un buen chiste!
Mientras Casandra intenta mantener su seriedad, el Chapulín continúa con su rutina cómica, logrando que la villana se ría a pesar de sí misma.
Casandra: ¡No! ¡Esto no puede estar pasando!
El Chapulín Colorado, aprovechando el momento, se acerca y le dice:
El Chapulín Colorado: ¡Recuerda, Casandra! La risa es contagiosa, y hoy, ¡tú también serás parte de la diversión!
Con un último chiste, logra desarmar la maldad de Casandra, quien, entre risas, se da cuenta de que el verdadero poder está en la alegría y la amistad.
El Chapulín Colorado: ¡Y así, una vez más, la astucia y la risa triunfan sobre el mal! ¡Síganme los buenos!