Ber cuando ve a Reimu se empieza a sonrojar pero trata de contenerse.
Sus amigos cuando lo ven, dice.
Gokú: Te gusta Reimu!?
Ber: NO!
Mario: Vamos Ber, no tiene nada de malo que te enamores
Ber intenta mantener la calma, pero su rostro sigue enrojeciéndose. Se pasa la mano por la nuca, nervioso.
Ber: ¡Es solo que...! Ella es... ¡muy fuerte y decidida! No es que me guste ni nada de eso.
Gokú, con una sonrisa traviesa, se acerca más.
Gokú: ¡Vamos, Ber! Todos hemos visto cómo la miras. ¡Es obvio que te gusta!
Mario asiente, riendo.
Mario: Sí, amigo. Además, Reimu es genial. ¿Por qué no le dices lo que sientes?
Ber se rasca la cabeza, tratando de encontrar las palabras adecuadas.
Ber: No sé... ¿y si no le gusto? No quiero arruinar nuestra amistad.
Gokú le da una palmadita en la espalda.
Gokú: A veces hay que arriesgarse. ¡Tienes que ser valiente!
Mario: Exacto. Si no lo intentas, nunca lo sabrás.
Ber mira a sus amigos, sintiendo un poco de confianza.
Ber: Tal vez... tal vez debería hablar con ella. Pero, ¿y si me rechaza?
Gokú: ¡Eso es parte del juego! Pero si no lo intentas, nunca tendrás la oportunidad de ser feliz.
Ber respira hondo, sintiendo que la presión aumenta, pero también una chispa de determinación.
Ber: Está bien, lo haré. ¡Voy a hablar con Reimu!
Los amigos lo animan mientras Ber se prepara para dar el paso.