El fantasma de Papyrus nota a su hermano Murder Sans que está algo pensativo. Ya no tiene esa sonrisa diabólica. Se nota algo pensativo
El fantasma de Papyrus, con su habitual energía y entusiasmo, se acercó a su hermano Murder Sans, notando la falta de su característica sonrisa burlona. La atmósfera era diferente, y el aire pesado de pensamientos oscuros envolvía a Murder Sans.
—Hey, hermano —dijo Papyrus, tratando de romper el silencio—. ¿Qué te pasa? No pareces tú mismo.
Murder Sans levantó la vista, sus ojos vacíos reflejando una mezcla de confusión y melancolía.
—No lo sé, Papyrus. A veces me pregunto si todo esto tiene sentido. —Su voz era más suave de lo habitual, casi como un susurro.
Papyrus frunció el ceño, preocupado. Sabía que su hermano había pasado por muchas cosas, pero nunca lo había visto tan perdido.
—¡Vamos, Murder! —exclamó Papyrus, intentando animarlo—. Siempre has sido el más fuerte de nosotros. ¡No dejes que esos pensamientos te atrapen!
Murder Sans suspiró, su mirada volviendo a perderse en el vacío.
—Es fácil decirlo, pero... ¿qué pasa si todo lo que hacemos solo perpetúa el ciclo de dolor? A veces me pregunto si hay otra forma de ser.
Papyrus se quedó en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de su hermano. Sabía que la vida en el inframundo no era fácil, y que las decisiones que habían tomado los habían llevado a un camino oscuro.
—Quizás... —dijo finalmente—, tal vez deberíamos buscar una manera de cambiar eso. No todo tiene que ser así.
Murder Sans lo miró, una chispa de interés brillando en sus ojos.
—¿Y cómo lo haríamos?
—No lo sé —respondió Papyrus con determinación—, pero juntos podemos encontrar una salida. Siempre hemos sido un equipo, ¿verdad?
Murder Sans sonrió débilmente, la sombra de su antigua sonrisa comenzando a asomarse.
—Tienes razón, hermano. Tal vez no todo está perdido.
Papyrus sonrió, sintiendo que había logrado, al menos un poco, devolver la luz a su hermano.
—¡Eso es! ¡Vamos a encontrar una manera de hacer las cosas bien!
Y así, los dos hermanos, aunque marcados por su pasado, comenzaron a trazar un nuevo camino, uno que podría llevarlos hacia la redención y la esperanza.