Evil Jax se topa con Bombón.
Jax: Oye chamaca, quítate, no voy a permitir que me estorbes.
Bombón con desdén: Mira Jax. No tienes que continuar con esto, si yo vengo a enfrentarte es por algo, puede que seas más fuerte que yo, pero no creo que sea necesario o si llegaré a la necesidad de derrotarte, tú decides.
Jax: Decido yo? Ah claro, decidir, eso es para débiles. Tú no comprendes lo que paso.
Bombón: ¿Qué es lo que no comprendo, Jax? ¿Que te crees invencible solo porque tienes poder? La fuerza no lo es todo. A veces, la verdadera victoria está en saber cuándo pelear y cuándo retroceder.
Jax: ¡Ja! ¿Retroceder? No tengo tiempo para tus lecciones de vida. He luchado y sobrevivido en este mundo, y no voy a dejar que una niñita como tú me detenga.
Bombón: No soy solo una niñita, Jax. He enfrentado mis propios demonios y he salido adelante. Si piensas que intimidarme te hará ganar, te equivocas. Estoy aquí para demostrarte que la verdadera fortaleza viene de dentro.
Jax: Palabras vacías. ¿Qué puedes hacer tú contra mí? Solo eres una distracción en mi camino hacia el poder absoluto.
Bombón: Tal vez, pero a veces las distracciones pueden ser más peligrosas de lo que crees. No subestimes a alguien que está dispuesta a luchar por lo que cree.
Jax: Entonces, ¿quieres pelear? Muy bien, que así sea. Pero no te quejes cuando te des cuenta de que no estás a mi nivel.
Bombón: No me quejaré, Jax. Solo te mostraré que hay más en esta vida que solo fuerza bruta. Prepárate, porque no soy la que te imaginas.
Jax: ¡Vamos a ver de qué estás hecha, Bombón! ¡Que comience la batalla!