Envidia se topa con Papyrus.
Envidia: Sabes Papyrus? A veces me gustaría ser como tú...
Papyrus: Pero si tú eres feliz como eres! No necesitas aprender de los demás. Puedes inspirarte, pero no copiarle a los demás o hacer lo mismo. Tú eres feliz!
Envidia: Tienes razón, Papyrus. A veces me dejo llevar por lo que veo en los demás y olvido lo que realmente me hace feliz.
Papyrus: Exacto. Cada uno tiene su propio camino y su propia forma de brillar. Lo importante es encontrar lo que te hace sentir bien y seguirlo.
Envidia: Es difícil, a veces me siento atrapada en mis propios pensamientos.
Papyrus: ¡Eso es normal! Todos enfrentamos momentos de duda. Pero recuerda, la verdadera felicidad viene de aceptarte a ti misma y celebrar tus propias cualidades.
Envidia: Gracias, Papyrus. Tus palabras siempre me animan. Tal vez debería enfocarme más en lo que me gusta y menos en lo que los demás hacen.
Papyrus: ¡Esa es la actitud! Y si alguna vez necesitas un recordatorio, aquí estaré para ayudarte a ver lo increíble que eres.