La Chilindrina Yandere ve al Chavo.
Chavo: Oye Chilindrina desde que estamos en tu casa, no ha estado tu papá.
Chilindrina: Ah es que ya no sé que le pasó. Yo tampoco no lo he visto.
Chavo: Pero si es tu papá.
Chilindrina: Sí, pero... No está.
Chavo: A de estar en la cocina mejor checo.
La Chilindrina Yandere alarmada dice: No, no, no! Es que... Es que...
El Chavo dice: Es que, qué?
La Chilindrina, con una mirada nerviosa y un tono de voz tembloroso, responde: "Es que... es que mi papá está muy ocupado, sí, muy ocupado... ¡con cosas de adultos! No te preocupes por él, Chavo. Mejor juguemos a otra cosa, ¿sí?"
El Chavo, un poco confundido, dice: "Pero... ¿no deberíamos buscarlo? A lo mejor le pasó algo."
La Chilindrina, acercándose un poco más a él y sonriendo de manera inquietante, dice: "No, Chavo, no es necesario. A veces es mejor no saber. Además, tú y yo podemos divertirnos mucho más juntos, ¿no crees?"
El Chavo, sintiendo que algo no está bien, se rasca la cabeza y dice: "Bueno, si tú lo dices... Pero me gustaría saber que está bien."
La Chilindrina, con una mirada intensa, responde: "No te preocupes, Chavo. Yo siempre cuidaré de ti. Siempre."