Hilda se topa con Alegría Malvada.
Alegría: Oh niña, me aburres.
Hilda: Te aburro, o quieres que te pateé el trasero Alegría?
Alegría: Búrlate todo lo que quieras, eso no impedirá a que siga mi camino
Hilda: ¿Y cuál es tu camino, Alegría? ¿Hacer que todos se sientan miserables?
Alegría: No, querida. Mi camino es mostrar la verdad detrás de las sonrisas. A veces, la tristeza es más auténtica que la alegría falsa.
Hilda: Pero eso no significa que debas arruinar la felicidad de los demás. La vida ya es lo suficientemente dura.
Alegría: Quizás, pero la dureza de la vida es lo que la hace interesante. ¿No te parece?
Hilda: Interesante, sí, pero no tiene que ser miserable. La alegría también tiene su lugar, y no voy a dejar que lo destruyas.
Alegría: ¿Y qué harás al respecto? ¿Vas a pelearme?
Hilda: No necesito pelearte. Solo quiero que entiendas que hay más en la vida que tu visión sombría.
Alegría: Tal vez, pero la realidad siempre encuentra la manera de salir a la luz.
Hilda: Entonces, ¿por qué no intentas ver la luz en lugar de solo la sombra?
Alegría: Porque la sombra es donde encuentro mi poder. Pero, ¿sabes qué? Me intrigas, Hilda. Quizás deberíamos ver quién puede convencer al otro.
Hilda: ¡Trato hecho! Pero ten cuidado, porque no me rendiré tan fácilmente.