Gokú se topa con Envidia.
Envidia con una sonrisa maliciosa: A veces... Me gustaría ser tú, Gokú. Ser una guerrera muy poderosa que pueda ganarle a todos.
Gokú con una sonrisa despreocupada: Pero si tú eres feliz como eres. Debes aprender a amarte a ti misma. No tienes que ser como otros. Entrenar puedes, pero no debes ser como los demás. Cada uno tiene que aprender a quererse a sí mismo y ese eres tú.
Envidia frunce el ceño, su sonrisa se desvanece un poco.
Envidia: Pero... ¿y si nunca soy tan fuerte como tú? Siempre estoy comparándome con los demás, y eso me hace sentir insuficiente.
Gokú, con una mirada comprensiva, se acerca un poco más.
Gokú: Entiendo cómo te sientes. Todos enfrentamos nuestras propias batallas. Pero la verdadera fuerza no solo se mide en poder físico. Se trata de superar tus propios límites y encontrar lo que te hace especial.
Envidia se cruza de brazos, pensativa.
Envidia: ¿Y si no sé qué me hace especial?
Gokú: ¡Eso está bien! La vida es un viaje de descubrimiento. Entrena, explora, prueba cosas nuevas. A veces, lo que te hace especial está escondido en lugares que no has mirado.
Envidia asiente lentamente, comenzando a ver las cosas desde otra perspectiva.
Envidia: Tal vez debería dejar de compararme y enfocarme en mí misma.
Gokú: Exactamente. Y recuerda, no estás sola en esto. Todos tenemos inseguridades. Lo importante es seguir adelante y disfrutar del camino.
Envidia sonríe, esta vez con sinceridad.
Envidia: Gracias, Gokú. Creo que tengo mucho en qué pensar.
Gokú: ¡Eso es! Y si alguna vez necesitas un compañero de entrenamiento, aquí estaré. ¡Juntos podemos ser más fuertes!
Ambos se ríen, y Envidia siente una chispa de esperanza en