Alegría Malvada se topa nuevamente con EVE.
Alegría alza su cuchillo: Quítate EVE antes de que tome medidas. Apunta su cuchillo. Pero EVE con calma, le hace aún lado su cuchillo demostrando que no quiere pelear con ella.
EVE con un suspiro mira a Alegría con compasión: Alegría, no estoy aquí para pelear contigo. Tú representas la felicidad y has hecho lo mejor para Riley. Incluso para mí y Wall E. Gracias a ti, me has hecho reflexionar en muchos aspectos. No tienes que seguir así. Aún puedes cambiar Alegría.
Alegría: Mira, como te lo dije, tú puedes ser amigo de Wall E, pero solo me estorbas que es diferente. La oscuridad me trajo a este camino y no eres nadie para hacerme cambiar de opinión.
EVE, con una mirada serena, da un paso hacia adelante, sin dejar de observar a Alegría. Su voz es suave, pero firme.
EVE: Entiendo que sientas que la oscuridad te ha guiado, pero no tienes que quedarte atrapada en ella. Todos enfrentamos momentos difíciles, pero eso no define quiénes somos. La felicidad no es solo un destino, es un viaje, y tú tienes el poder de elegir cómo avanzar.
Alegría, apretando el cuchillo, siente una punzada de duda. La voz de EVE resuena en su mente, recordándole los momentos de alegría que había compartido con Riley. Sin embargo, su orgullo y su dolor la mantienen firme.
Alegría: No necesito tu compasión ni tus lecciones. He hecho lo que creía necesario para sobrevivir. No puedo permitirme ser vulnerable, no otra vez.
EVE: No se trata de ser vulnerable, se trata de ser auténtica. La verdadera fortaleza radica en aceptar nuestras emociones, incluso las más oscuras. No tienes que cargar con este peso sola. Permíteme ayudarte, Alegría. Juntas podemos encontrar un camino hacia la luz.
Alegría, sintiendo la presión de las palabras de EVE, baja ligeramente el cuchillo, aunque su mirada sigue siendo desafiante.
Alegría: ¿Y qué sabes tú de la oscuridad? ¿Qué sabes de lo que he perdido? No puedes simplemente venir aquí y esperar que todo se solucione con palabras.
EVE: Tienes razón, no puedo entender completamente tu dolor. Pero he visto lo que la conexión y la empatía pueden hacer. He visto cómo el amor puede sanar incluso las heridas más profundas. No estoy aquí para juzgarte, sino para ofrecerte una salida.
Alegría, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza, finalmente baja el cuchillo por completo, aunque su voz sigue siendo tensa.
Alegría: ¿Y si no quiero salir? ¿Y si prefiero quedarme en la oscuridad?
EVE: Esa es una elección que solo tú puedes hacer. Pero recuerda, la oscuridad puede ser un lugar solitario. No tienes que enfrentarlo sola. Estoy aquí, y siempre estaré dispuesta a escucharte.
Un silencio pesado se instala entre ellas, mientras Alegría lucha con sus emociones. La lucha interna es evidente en su rostro, y por un momento, parece que la barrera que ha construido comienza a desmoronarse.