A Evil Casandra le dicen que Afrodita es su única hermana.
Casandra: Aparte de ella? Claro, sin contar a mi hermano (El hermano perdido de Casandra y Afrodita; Andferd). Pero... ¿Porque él no es un fantasma como Afrodita? Se encoge de hombros. A pesar de que lo maté, no sé que sucedió. De por sí, solo yo y mi hermana vivíamos juntas, mi hermano vivía lejos de aquí.
La fantasma de Afrodita al oír a Casandra se ríe y dice.
Afrodita: Ese inútil?
Casandra frunce el ceño, sintiendo la burla de Afrodita como un golpe en su orgullo.
Casandra: ¿Inútil? No hables así de él. Aunque lo maté, no significa que no tuviera su valor. Era... diferente.
Afrodita se ríe de nuevo, su risa etérea resonando en el aire como un eco distante.
Afrodita: Diferente, dices. ¿Y qué valor tiene un hermano que no puede defenderse? ¿Qué valor tiene alguien que se alejó de nosotras?
Casandra siente una punzada de dolor en su pecho.
Casandra: No lo entiendes. Andferd siempre fue el que nos protegía, el que nos mantenía unidas. Aunque estuviera lejos, siempre estaba en nuestros corazones.
Afrodita se acerca, su figura espectral brillando con una luz tenue.
Afrodita: ¿Y qué hay de mí? ¿Acaso no soy suficiente? ¿No soy la hermana que siempre quisiste?
Casandra se cruza de brazos, sintiendo la tensión entre ellas.
Casandra: No se trata de eso. No se trata de reemplazar a nadie. Es solo que... hay cosas que no comprendes.
Afrodita la mira fijamente, sus ojos vacíos reflejando una mezcla de tristeza y rabia.
Afrodita: Quizás no comprendo, pero tampoco puedo olvidar. La muerte de Andferd nos unió de una manera que nunca imaginé. Ahora somos solo sombras de lo que fuimos.
Casandra suspira, sintiendo el peso de la culpa y la nostalgia.
Casandra: Tal vez deberíamos encontrar la manera de reconciliarnos con nuestro pasado. Tal vez Andferd aún tenga algo que decirnos, incluso en su ausencia.
Afrodita asiente lentamente, su risa desvaneciéndose en un susurro.
Afrodita: Quizás. Pero primero, debemos enfrentar lo que hicimos. Solo así podremos encontrar la paz.
Las dos hermanas, aunque separadas por la vida y la muerte, comienzan a entender que su historia no ha terminado.