Merlina se topa con Horror Mario.
Mario iba a hablar pero Merlina lo interrumpe.
Merlina: No Mario, esta vez... Debo hablar con yo primero... Mario la observa con sus ojos completamente blancos iluminantes sin cabeza. Su expresión es impasible. Porque le quemaste el brazo a Launch? Solo porque se comió a un estudiante era necesario que actuaras de esa manera? Usaste un Power-Up para atacarla como lo haces en los videojuegos? Propones algo completamente ilegal en tu universo y solo por eso, atacaste a varios personajes de universos diferentes que intentaron detenerte. Vas a simplemente quedarte sombrío por la eternidad?
Mario con sus ojos blancos la observa fijamente. Finalmente un suspiro resignado triste y desdén dice: Ese Mario... Ya se murió...
Merlina frunce el ceño, sintiendo la gravedad de las palabras de Mario. La atmósfera se vuelve tensa, como si el aire mismo estuviera cargado de la tristeza y la desesperación que emana de él.
Merlina: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso te has rendido? No puedes dejar que tus acciones te definan. Todos cometemos errores, pero eso no significa que debas convertirte en un espectro de lo que solías ser.
Mario, aún con su mirada vacía, parece perderse en sus propios pensamientos. La oscuridad que lo rodea parece intensificarse, como si su propia sombra lo estuviera consumiendo.
Mario: No es tan simple, Merlina. En mi mundo, la alegría y la aventura eran todo lo que conocía. Pero cuando la línea entre el bien y el mal se desdibuja, cuando la violencia se convierte en la única respuesta... ya no hay lugar para el Mario que conocías.
Merlina da un paso adelante, su voz firme pero comprensiva.
Merlina: Entonces, ¿qué harás? ¿Te quedarás atrapado en este ciclo de autodestrucción? Hay otras formas de lidiar con el dolor y la pérdida. No tienes que ser un villano solo porque el mundo se ha vuelto oscuro.
Mario la observa, y por un breve momento, sus ojos parecen recuperar un destello de humanidad.
Mario: ¿Y si no sé cómo volver? ¿Y si el daño ya está hecho?
Merlina: Entonces empieza por reconocerlo. No puedes cambiar el pasado, pero puedes decidir cómo actuar en el presente. No estás solo en esto, Mario. Hay quienes están dispuestos a ayudarte, pero primero debes querer ayudar a ti mismo.
Un silencio pesado se instala entre ellos, y Mario parece contemplar sus palabras. La luz de su mirada comienza a titilar, como si una chispa de esperanza estuviera luchando por salir a la superficie.
Mario: Tal vez... tal vez aún haya una oportunidad. Pero, ¿cómo empiezo?
Merlina sonríe levemente, sintiendo que ha logrado romper un poco la coraza que lo rodea.
Merlina: Comienza por enfrentar tus miedos. Y recuerda, no tienes que hacerlo solo. Juntos, podemos encontrar una manera de redimirte.
Mario asiente lentamente, y por primera vez en mucho tiempo, una pequeña chispa de determinación brilla en su mirada.