Yzma con desdén ve como Terry no para de insistir con su propuesta navideña, dice.
Yzma: Ya, ya, ya te oí, bien, iré a tu fiestecita navideña, pero no prometo nada.
Terry, emocionado, sonríe de oreja a oreja y responde:
Terry: ¡Genial, Yzma! ¡Va a ser increíble! Tendremos comida deliciosa, música y hasta un concurso de disfraces. ¡No te lo puedes perder!
Yzma, con una mirada escéptica, cruza los brazos y dice:
Yzma: ¿Concurso de disfraces? ¿Y qué se supone que voy a ponerme? No tengo tiempo para esas tonterías.
Terry, tratando de convencerla, añade:
Terry: ¡Vamos, Yzma! Puedes ser lo que quieras. ¡Imagina ser la reina de la fiesta! Además, siempre puedes usar ese fabuloso vestido morado que tienes.
Yzma, levantando una ceja, responde:
Yzma: ¿Reina de la fiesta? Más bien, la reina de la maldad. Pero está bien, tal vez me lo piense... si prometes que habrá suficiente veneno en la comida.
Terry, riendo, dice:
Terry: ¡Prometido! Pero solo un poco, no quiero que nadie se desmaye antes de que empiece la fiesta.
Yzma, con una sonrisa traviesa, concluye:
Yzma: Entonces, que así sea. ¡Prepárate, Terry, porque la reina de la maldad está en camino!