Evil Cody mientras camina, un hombre ebrio que según dice ser su "fan" dice.
Cody! Vamos Cody! El ex detective de misterios soy tu fan!
Empieza a abrazarlo, pero este furioso intenta alejarlo.
Vamos Cody, vamos dame un abrazo.
Cody lo agarra pero es muy fuerte el hombre que no puede soltarlo.
El Fantasma de Obama, amigo de Cody, aparece y agarra al hombre haciendo que este caiga muerto. Cody jadea mientras Obama dice.
Obama: Pero que patético.
Cody, aún recuperándose del susto, mira al hombre caído y luego a Obama, con una mezcla de incredulidad y alivio.
Cody: ¿Qué demonios acaba de pasar? ¡No puedo creer que lo hayas hecho!
Obama, con una sonrisa irónica, se encoge de hombros.
Obama: A veces, la vida te da sorpresas. Y a veces, hay que hacer limpieza.
Cody: Pero... ¿matarlo? No era mi intención. Solo quería que me soltara.
Obama se ríe suavemente, su figura etérea brillando con un aura de confianza.
Obama: A veces, la gente no entiende el concepto de "espacio personal". Pero no te preocupes, Cody. El mundo está lleno de oportunidades para redimirse.
Cody, aún aturdido, observa al hombre ebrio en el suelo.
Cody: ¿Y ahora qué hacemos con él? No puedo dejarlo aquí.
Obama se rasca la cabeza, pensativo.
Obama: Bueno, podríamos llamar a la policía, pero eso podría complicar las cosas. O podrías usar tus habilidades de detective para resolver este pequeño misterio.
Cody, sintiendo que la adrenalina comienza a fluir de nuevo, se endereza.
Cody: Tienes razón. Este es un caso que no puedo dejar pasar.
Con determinación, Cody se agacha junto al hombre y comienza a examinarlo, mientras Obama observa con una mezcla de diversión y curiosidad.
Obama: ¿Vas a encontrar alguna pista en su bolsillo?
Cody sonríe, sacando un pequeño objeto del bolsillo del hombre.
Cody: ¡Mira esto! Un billete de lotería. Tal vez no era tan patético después de todo.
Obama se ríe, y juntos, comienzan a hilar la historia detrás de ese extraño encuentro.