Carrie cruza los brazos y roda los ojos al ver que Terry no para de insistir con su propuesta navideña dice con desprecio.
Carrie: Ok, si eso deseas, está bien, voy a ir. Solo espero que no haya sangre, porque si alguien me mancha de sangre, tomaré medidas drásticas y no quiero hacerme responsable y tampoco, me veas disfrazada de una rena.
Terry, sorprendida por la respuesta de Carrie, intenta contener la risa mientras se imagina a su amiga vestida de reno.
Terry: ¡Vamos, Carrie! No será tan malo. Solo es una fiesta navideña, un poco de diversión y alegría. Además, prometo que no habrá sangre... a menos que alguien se pase con el ponche.
Carrie suelta un suspiro, aún con los brazos cruzados, pero una pequeña sonrisa se asoma en su rostro.
Carrie: Está bien, pero si alguien se pone a hacer malabares con cuchillos o algo así, me voy. Y no me hagas prometer que no me verás con cuernos de reno.
Terry: ¡Trato hecho! Pero solo si tú prometes bailar al menos una vez.
Carrie: ¡Eso nunca va a pasar! Pero por ti, haré una excepción... si me dejas elegir la música.
Terry: ¡Trato hecho! Ahora, ¿qué tal si empezamos a planear ese disfraz de reno?
Carrie: (rodando los ojos de nuevo) No hay forma de que me convenzas. Pero, ¿quién sabe? Tal vez me sorprenda a mí misma.