Evil Casandra se topa con Mr. Satán. El público empieza a aplaudirle a Mr. Satán. Casandra al ver Mr. Satán, este dice.
Mr. Satán: Tú chica, has causado estrago a inocentes y yo te detendré. Todos halagan a Mr. Satán.
Casandra pone una cara de aburrimiento y dice con desdén: Pero que personaje tan peculiar está aquí para luchar contra mí. De verdad voy a pelear con este tipo?
Mr. Satán: Vamos chava, muéstrame lo que tienes. Y sí, vas a pelear conmigo!
La fantasma de Afrodita se burla y le dice a Casandra: De verdad, no sé si reír o llorar.
Casandra con desdén murmura así misma: Payaso.
Mr. Satán, sintiéndose desafiado, se coloca en una postura de combate, mientras el público sigue vitoreando su nombre. La atmósfera se llena de tensión, pero Casandra, con su mirada fría y desinteresada, se cruza de brazos.
Mr. Satán: ¡No subestimes a un campeón! He derrotado a los más fuertes, y tú no serás la excepción.
Casandra: (con una sonrisa burlona) ¿Campeón? ¿De qué? ¿De hacer reír a la gente? Porque eso es lo único que veo aquí.
La fantasma de Afrodita, aún flotando a su lado, se ríe entre dientes.
Afrodita: ¡Oh, Casandra! Este tipo no tiene idea de con quién se está metiendo. Pero, ¿realmente piensas que puedes ignorarlo?
Casandra: (sin apartar la mirada de Mr. Satán) Ignorarlo no, simplemente no me parece digno de mi tiempo.
Mr. Satán, sintiendo que su orgullo está en juego, se lanza hacia ella con un poderoso golpe. Casandra, con un movimiento ágil, lo esquiva con facilidad.
Mr. Satán: ¡Eso fue solo un calentamiento! ¡Prepárate para lo que viene!
Casandra: (con una risa sarcástica) ¿Calentamiento? ¿Eso fue todo? Te estás quedando corto, campeón.
El público, dividido entre la risa y la tensión, observa cómo la batalla se desarrolla. Mr. Satán, frustrado, intenta un ataque más elaborado, pero Casandra, con su astucia, lo anticipa y lo contrarresta con un movimiento elegante.
Afrodita: (aún burlándose) ¡Mira cómo lo baila! ¡Es como si estuviera en una competencia de baile en lugar de una pelea!
Mr. Satán, cada vez más exasperado, se da cuenta de que subestimó a su oponente.
Mr. Satán: ¡No te rías de mí! ¡Voy a demostrarte que soy más que un payaso!
Casandra: (con una mirada desafiante) Entonces, ven a demostrarlo. Pero te advierto, no será fácil.
El combate continúa, y el público se siente cada vez más emocionado, sin saber quién saldrá victorioso en esta peculiar confrontación.