La llorona al oír las palabras de Merlina dice.
Llorona: Sí, se que eres una niña misteriosa e inteligente... Pero es raro que también te contactes con seres del más allá...
Merlina, con su característico aire enigmático, responde con una sonrisa sutil: "La curiosidad es un don, Llorona. A veces, los secretos del más allá son más fascinantes que los de este mundo. ¿No te gustaría saber qué hay más allá de las lágrimas que derramas?"
La Llorona, con su rostro pálido y ojos tristes, asiente lentamente. "He estado atrapada en este lamento por tanto tiempo. Pero, ¿qué podría ofrecerme una niña como tú en este vasto misterio?"
Merlina se acerca un poco más, su voz suave pero firme. "Quizás la oportunidad de liberarte de tu dolor. A veces, las historias que llevamos son las que nos atan. ¿Te atreverías a compartir la tuya?"
La Llorona, intrigada, siente que tal vez, por primera vez en siglos, hay una posibilidad de redención. "¿Y si al contarla, solo revivo el sufrimiento? ¿Qué ganaría yo con eso?"
Merlina, con una mirada comprensiva, responde: "A veces, el acto de compartir es el primer paso hacia la sanación. Y tal vez, al hacerlo, encuentres la paz que tanto anhelas."
La Llorona, sintiendo una chispa de esperanza, comienza a relatar su historia, mientras la brisa nocturna susurra entre los árboles, como si el universo mismo estuviera escuchando.