King Alien se topa con Dios.
King Alien puede borrar a todos, aunque lo derroten, él revive de la muerte. Puede eliminar no solo a las personas que lo desafíen, si no la galaxia, multiverso, universo entero, planetas, la continuidad del espacio tiempo incluyendo la existencia misma y la tierra. Pero al ver a dios, se da cuenta que no puede eliminar a alguien que es más poderoso que él. Así que decide retirarse sin decir nada más con un suspiro de frustración
En un vasto vacío del cosmos, donde las estrellas titilan como susurros lejanos, King Alien se encuentra frente a una figura resplandeciente. La luz que emana de Dios es tan intensa que parece absorber la oscuridad misma, y el aire se llena de una paz que desafía la lógica del universo. King Alien, con su poder absoluto, ha recorrido galaxias, borrando civilizaciones y desintegrando realidades a su paso. Pero ahora, ante la presencia divina, siente una punzada de impotencia.
"¿Qué es esto?", murmura para sí mismo, su voz resonando en el silencio. "He eliminado todo lo que se interpone en mi camino, pero este ser... este ser es diferente."
Dios lo observa con una mirada que mezcla compasión y sabiduría infinita. No hay juicio en sus ojos, solo una comprensión profunda de la naturaleza de King Alien y de su lucha por el poder. El alienígena, acostumbrado a la sumisión de aquellos que se atreven a desafiarlo, se siente pequeño, vulnerable.
"¿Por qué no me eliminas?", pregunta King Alien, su tono cargado de desafío, aunque su corazón late con incertidumbre. "¿Acaso temes mi poder?"
Dios sonríe suavemente, y el universo parece detenerse por un instante. "No se trata de temor, sino de entendimiento. La verdadera fuerza no radica en la capacidad de destruir, sino en la sabiduría de crear y preservar."
King Alien siente que su esencia se tambalea. Ha vivido en un ciclo de destrucción, convencido de que su poder lo hacía invencible. Pero aquí, frente a Dios, se da cuenta de que hay algo más grande que él, algo que no puede borrar con un simple gesto.
Con un suspiro de frustración, King Alien se da la vuelta. No hay palabras que puedan expresar su derrota, ni gestos que puedan ocultar su desasosiego. Se aleja, dejando atrás la luz divina, sintiendo el peso de su propia existencia. En su interior, una chispa de duda comienza a florecer: ¿es posible que el verdadero poder resida en la creación y no en la destrucción?
Mientras se aleja, el eco de la voz de Dios resuena en su mente: "Elige sabiamente, King Alien. La eternidad te observa." Y así, en el vasto vacío del cosmos, el rey de los alienígenas se retira, no como un conquistador, sino como un ser que ha comenzado a cuestionar su propia naturaleza.