Evil Casandra se topa con el mismo Lucifer.
Ella sabe que no puede desafiarlo, por lo que decide irse.
Lucifer: Excelente decisión mortal, veo que fuiste inteligente al no desafiarme.
Casandra gruñe, pero sabe que no puede dirigirle la palabra porque sería peor.
Lucifer la observa con una sonrisa burlona, disfrutando de su silencio. La atmósfera se carga de tensión, y el aire parece vibrar con la energía de su presencia.
Lucifer: "¿Vas a marcharte sin una palabra? Eso sería muy poco interesante, Casandra. Siempre he admirado tu audacia, aunque a veces me pregunto si es más bien imprudencia."
Casandra aprieta los dientes, sintiendo cómo la ira burbujea en su interior. Pero sabe que cualquier respuesta podría ser su perdición. En lugar de eso, da un paso atrás, preparándose para desaparecer en las sombras.
Lucifer: "Oh, no tan rápido. No puedes simplemente irte así. Hay algo que debes entender: el miedo no es la única herramienta que tengo a mi disposición. También puedo ofrecerte poder, riqueza, y todo lo que tu corazón desee."
Casandra se detiene, su mente luchando entre la tentación y la razón. La voz de Lucifer es seductora, y la idea de obtener lo que siempre ha anhelado la hace dudar. Pero recuerda las historias de aquellos que han hecho tratos con él, y cómo sus vidas se convirtieron en pesadillas.
Lucifer: "Piensa en ello, Casandra. No tienes que ser una simple mortal. Puedes ser mucho más. Solo tienes que dar un paso hacia mí."
Ella lo mira, sus ojos desafiantes a pesar de su miedo.
Casandra: "No necesito tus ofertas, Lucifer. Prefiero mi libertad, aunque eso signifique enfrentar mis propios demonios."
Lucifer se ríe, un sonido que resuena en la oscuridad.
Lucifer: "Esa es la actitud que me gusta. Pero recuerda, la libertad tiene un precio. Y a veces, los demonios son más persuasivos de lo que imaginas."
Con esas palabras, Casandra se da la vuelta y se aleja, sintiendo el peso de su decisión. Sabe que ha tomado el camino más difícil, pero también el más auténtico. Mientras se aleja, siente que la sombra de Lucifer la sigue, un recordatorio constante de que, aunque haya escapado por ahora, su influencia nunca estará muy lejos.