Evil Casandra se topa con Piccolo.
Evil Casandra cruza los brazos y con una sonrisa burlona dice: Oh genial, un namekiano. Que piensas hacer Piccolo?
Piccolo con su habitual tono serio dice: Eso mismo te pregunto yo. Tú juegas mientras que yo si peleo de verdad. Probablemente vas a jugar conmigo, si así lo quieres, te diré que yo no dudaré en hacerte caer, Casandra.
Evil Casandra se ríe con desdén, su mirada llena de desafío. "¿Hacerme caer? Oh, Piccolo, eres tan serio. ¿No te das cuenta de que este es mi juego? Las reglas las pongo yo, y tú solo eres una pieza más en mi tablero."
Piccolo se mantiene firme, su aura de determinación brillando a su alrededor. "No subestimes a tus oponentes, Casandra. He enfrentado a enemigos mucho más poderosos que tú. Si crees que esto es un juego, te aseguro que te llevarás una sorpresa."
Evil Casandra da un paso adelante, su sonrisa se vuelve más siniestra. "¿De verdad? Entonces, ¿por qué no comenzamos a jugar? Te prometo que será divertido... para mí, al menos."
Con un movimiento rápido, Casandra lanza una serie de esferas de energía hacia Piccolo, quien rápidamente se desplaza a un lado, esquivando el ataque. "No me subestimes, Casandra. No soy un simple juguete."
"¡Oh, pero eso es lo que más me divierte!" responde ella, mientras se prepara para lanzar otro ataque. "Vamos, Piccolo, muéstrame de qué estás hecho. Quiero ver hasta dónde puedes llegar antes de que caigas."
Piccolo se concentra, su energía comienza a aumentar. "Si es una pelea lo que quieres, entonces lo tendrás. Pero no te equivoques, no me rendiré tan fácilmente." Con un grito, lanza un poderoso rayo de energía hacia ella, dispuesto a demostrar que no es solo una pieza en su juego.