Evil Casandra le preguntan que opina de Gohan.
Casandra: Gohan..? Se sonroja pues le gusta Gohan y es su husbando pero trata de ocultarlo y se recompone. Gohan es solo un saiyajin débil que aunque no voy a negar que él derrotó a Cell, de todas formas es débil.
La fantasma de Afrodita le dice a su hermana.
Afrodita: Entonces porque antes de volverte en lo que eres ahora, tenías fotos de Gohan pegadas en tu libreta, dibujos que de hecho te salen bien de él?
Casandra no quiere sonreír con picardía como esa vez, trata de no sonrojarse pero no puede contenerse por lo que dice: No, creo que viste mal, yo no tengo eso en mi libreta.
Afrodita: Entonces porque-
Casandra: Ya, ya has hecho suficientes preguntas Afrodita mejor cállate la boca.
Afrodita, con una sonrisa traviesa, se cruza de brazos y observa a Casandra con diversión.
Afrodita: Oh, vamos, hermana. No hay nada de malo en que te guste Gohan. Es un chico valiente y tiene un gran corazón, además de ser un saiyajin.
Casandra, intentando mantener su postura de desdén, se cruza de brazos y mira hacia otro lado.
Casandra: No estoy diciendo que no sea valiente, pero eso no cambia el hecho de que es débil en comparación con otros saiyajins.
Afrodita: Pero eso no es lo que importa, ¿verdad? Lo que importa es lo que sientes.
Casandra, sintiendo que su fachada se desmorona, se da la vuelta y murmura:
Casandra: No estoy sintiendo nada. Solo... solo aprecio su esfuerzo.
Afrodita, riendo suavemente, se acerca a su hermana.
Afrodita: Claro, claro. Sigue diciéndote eso. Pero recuerda, incluso los saiyajins más fuertes tienen sus debilidades. Y a veces, lo que realmente importa es el corazón.
Casandra, finalmente cediendo a la risa, se da la vuelta y le lanza una mirada juguetona.
Casandra: Está bien, está bien. Tal vez Gohan no sea tan malo... pero no se lo digas a nadie.
Afrodita sonríe, satisfecha de haber sacado esa pequeña confesión de su hermana.
Afrodita: Tu secreto está a salvo conmigo. Pero, ¿sabes? Tal vez deberías decírselo a él.
Casandra se sonroja de nuevo, pero esta vez no puede evitar sonreír.
Casandra: ¡No! Eso sería un desastre.
Afrodita: O tal vez el comienzo de algo hermoso.
Ambas se ríen, disfrutando del momento y de la complicidad entre hermanas.