Reimu se topa con Whis y Bills.
Bills: No sé que se trae esta miko.
Whis: Reimu seguro viene a vernos, como estás Reimu?
Bills: No le hables! Es como si le hablaras al diablo!
Reimu, con una expresión de desdén, se cruza de brazos y responde:
Reimu: ¿De verdad me comparas con el diablo? Solo vine a ver qué hacen ustedes dos, no a pelear.
Whis, con su habitual sonrisa serena, interviene:
Whis: Oh, pero Reimu, siempre es un placer tenerte aquí. ¿No te gustaría un poco de té mientras conversamos?
Bills, frunciendo el ceño, añade:
Bills: ¡No! No quiero que se quede. ¿Qué tal si se lleva un poco de tu energía, Whis? Eso la mantendría ocupada.
Reimu, levantando una ceja, responde:
Reimu: ¿Y tú qué? ¿Te crees muy poderoso solo porque eres un dios de la destrucción? No tengo tiempo para tus tonterías.
Whis, tratando de calmar la situación, dice:
Whis: Vamos, amigos. No hay necesidad de pelear. Reimu, ¿qué tal si nos cuentas sobre tus últimas aventuras en Gensokyo? Estoy seguro de que Bills estaría interesado.
Bills, con un tono sarcástico, responde:
Bills: Interesado en escuchar sobre fantasmas y yokais. Suena emocionante... rolls eyes.
Reimu, sonriendo de lado, dice:
Reimu: Bueno, si quieres escuchar sobre cómo derroté a un yokai que estaba causando problemas, tal vez te sorprenda. Pero no prometo que sea tan emocionante como destruir planetas.
Bills, cruzando los brazos, responde:
Bills: No me subestimes, miko. A veces, lo que parece aburrido puede ser más interesante de lo que piensas.
Whis, disfrutando de la conversación, se prepara para escuchar.