A Murder Sans le preguntan de que país es.
Murder Sans: Yo no vivo en ningún país y no tengo porque decirles.
El fantasma de Papyrus le dice a Sans.
Papyrus: Mejor vámonos lejos de ellos, si nos preguntan algo personal, mejor ignorémoslo, no es relevante para nosotros que nos pregunten cosas personales
Murder Sans asiente, su expresión inmutable como siempre.
Murder Sans: Tienes razón, Papyrus. No necesitamos darles explicaciones. Lo que importa es lo que hacemos aquí y ahora.
Papyrus sonríe, aliviado de que su hermano esté de acuerdo.
Papyrus: ¡Exacto! Además, hay muchas cosas más interesantes de las que hablar. ¿Qué tal si les contamos sobre nuestras aventuras en el inframundo?
Murder Sans: Suena bien. Pero recuerda, no todos están listos para escuchar sobre lo que hemos vivido.
Papyrus: ¡Oh, vamos! Siempre hay algo que aprender de nuestras historias. Y si no les gusta, ¡podemos siempre hacer que se vayan!
Murder Sans: (con una leve sonrisa) Eso suena como un plan.
Ambos hermanos se alejan, dejando atrás las preguntas incómodas, listos para compartir sus propias historias y aventuras, sin preocuparse por lo que piensen los demás.