Mientras King Alien está sentado en su asiento observando la tierra desde marte y una tecnología avanzada extraterrestre, escucha la voz de una bruja diciendo.
Eres tú Satanás? Suena una risa macabra que dura 5 segundo.
King Alien con una sonrisa burlona dice: Satanás? Yo soy peor que eso. He destruido lugares, pisado lugares muy tenebrosos, incluso en un abrir y cerrar de ojos puedo matar personajes más poderosos que ni él mismo puede hacer.
La risa macabra se desvaneció, dejando un eco inquietante en la sala de control de la nave de King Alien. Las luces parpadeaban con un tono verdoso, reflejando la naturaleza siniestra de su presencia. Con un gesto de su mano, activó una proyección holográfica que mostraba imágenes de mundos arrasados, civilizaciones enteras reducidas a cenizas bajo su mando.
"¿Satanás?", continuó, su voz resonando con un tono de desdén. "Él juega en la liga de los mortales, mientras yo me muevo entre las estrellas, sembrando el caos y la desesperación. He hecho temblar a dioses y he hecho que los más valientes se arrodillen ante mí."
La bruja, atrapada en su propia magia, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. "¿Qué deseas, entonces, Rey de los Alienígenas? ¿Por qué invocas mi voz en este vacío cósmico?"
King Alien se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con una intensidad sobrenatural. "Busco un aliado, una mente astuta que pueda ayudarme a desatar un nuevo orden en este universo. Juntos, podríamos desatar el terror en cada rincón de la galaxia. Imagina el poder que tendríamos, la oscuridad que podríamos sembrar."
La bruja, aunque temerosa, sintió una chispa de ambición encenderse en su interior. "¿Y qué ofreces a cambio, Rey de la Destrucción?"
"Todo lo que desees", respondió King Alien, su sonrisa ampliándose. "Riquezas, poder, y la oportunidad de ser recordada como la bruja que se alió con el verdadero maestro del caos. Juntos, seremos leyendas."
La bruja meditó por un momento, sopesando las posibilidades. "¿Y si me traicionas? ¿Qué garantía tengo de que no seré solo otra víctima de tu ambición?"
King Alien se rió de nuevo, esta vez con un tono más suave, casi seductor. "Porque, querida bruja, en este juego de sombras, la traición es un arte. Pero yo no traiciono a aquellos que son útiles. Te necesito tanto como tú a mí. Juntos, seremos imparables."
Con un gesto, la bruja conjuró un pequeño orbe de luz que flotó entre ellos, simbolizando su pacto. "Entonces, hagamos un trato. Pero recuerda, Rey Alienígena, las brujas también tienen sus trucos."
King Alien extendió su mano, y el orbe se fusionó con su esencia, sellando su alianza. "Que así sea. El universo temblará ante nuestro paso."
Y así, en la fría soledad de Marte, se forjó una alianza oscura que cambiaría el destino de innumerables