Rey Aroon al oír a su enemigo Dunkamon, suspira y le dice.
Rey Aroon: Para mí es lo mismo. Pelear, pelear y pelear solo es para mortales que realmente entienden la lucha como yo. Puede que sea la eternidad como Padre Tiempo. Pero tú y Jumas son lo mismo. Destruyen y destruyen inocentes civilizaciones, como si eso fuera un juego. No ganan nada con eso, puede que yo, Padre Tiempo seamos enemigos de ustedes, pero... También he notado que tú y Jumas no son simples dictadores, hay algo oculto detrás de su historia que jamás sabremos...
Dunkamon, con una sonrisa sardónica, respondió al Rey Aroon, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y curiosidad.
Dunkamon: ¿Y qué te hace pensar que hay algo más detrás de nuestra historia, Rey Aroon? ¿Acaso crees que somos más que simples destructores? La historia está escrita por los vencedores, y nosotros hemos elegido ser los que marcan el destino de este mundo. La lucha es nuestra esencia, y cada civilización que caiga es un paso más hacia la verdadera comprensión del poder.
Rey Aroon: (suspirando) No se trata solo de poder, Dunkamon. La verdadera fuerza radica en la capacidad de construir, no solo de destruir. La eternidad nos ha otorgado la sabiduría de ver más allá de la superficie. Tú y Jumas pueden pensar que están en la cima, pero la historia no se detiene en el presente. Cada acción tiene consecuencias, y algún día, esas civilizaciones que han aplastado se levantarán de nuevo, más fuertes y unidas.
Dunkamon: (frunciendo el ceño) ¿Y qué propones, entonces? ¿Que nos unamos en un abrazo fraternal y construyamos un mundo de paz? Eso es un sueño ingenuo, Rey Aroon. La paz es un concepto que solo existe en la mente de los débiles. La verdadera grandeza se forja en la batalla, en la sangre derramada y en el miedo que infundimos en nuestros enemigos.
Rey Aroon: (mirándolo fijamente) Tal vez, pero la grandeza también puede encontrarse en la compasión y en la comprensión. No todo se resuelve con la espada. La eternidad nos ha enseñado que el ciclo de la violencia solo perpetúa más violencia. Si realmente deseas entender el poder, deberías considerar el valor de la creación, no solo de la destrucción.
Dunkamon: (con un tono burlón) ¿Y qué sabes tú de la creación, Rey Aroon? Eres un rey de un reino que se aferra a la nostalgia de un pasado glorioso. La creación requiere sacrificio, y yo estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para alcanzar la grandeza. Quizás tú y Padre Tiempo deberían aprender a aceptar el inevitable ciclo de la vida y la muerte.
Rey Aroon: (con determinación) Tal vez, pero no me rendiré a la idea de que la destrucción es el único camino. Hay un futuro que aún no hemos explorado, un futuro donde la lucha no sea la única respuesta. Y aunque tú y Jumas sigan en su camino de sombras, yo seguiré buscando la luz, incluso si eso significa enfrentarme a ustedes una y otra vez.
Dunkamon: (con una risa fría) Entonces, que así sea, Rey Aroon. La eternidad es larga, y estoy ansioso por ver cómo se desarrolla esta historia. Pero recuerda, en este juego, solo hay un ganador. Y yo no tengo intención de perder.