Vegeta se topa con Envidia.
Envidia con una sonrisa maliciosa: A veces... Me gustaría ser tú, Vegeta. Ser una guerrera muy poderosa..
Vegeta con furia: Por supuesto que no! No serás como yo! Es incluso ridículo que lo fueras. Cada uno tiene su forma de ser. Así que Envidia, ¡Deja de ser como los demás y aprende a amarte a ti misma!
Envidia se ríe, su risa resonando en el aire como un eco oscuro. "¿Amarme a mí misma? ¿Y qué hay de eso? La verdadera fuerza proviene de la ambición, de desear lo que otros tienen. Tú, Vegeta, eres un ejemplo perfecto de lo que se puede lograr con la envidia como motor."
Vegeta, con los ojos entrecerrados, responde con desdén: "No se trata de desear lo que otros tienen, sino de superarte a ti mismo. La verdadera fuerza no proviene de la envidia, sino del esfuerzo y la determinación. Si quieres ser fuerte, deja de compararte con los demás y encuentra tu propio camino."
Envidia frunce el ceño, su sonrisa desvaneciéndose. "¿Y si no sé quién soy sin la comparación? ¿Y si nunca puedo ser tan poderoso como tú?"
"Eso no importa", dice Vegeta, su voz firme. "Lo que importa es que luches por ser la mejor versión de ti misma. No necesitas ser como yo, ni como nadie más. Encuentra tu propia fuerza y conviértete en lo que realmente deseas ser."
Envidia se queda en silencio, reflexionando sobre las palabras de Vegeta. Tal vez, en lugar de desear lo que otros tienen, debería buscar lo que realmente quiere en su interior.