Evil Casandra se topa con Evil Cody.
Evil Casandra: Cody, no eres más que un títere de los que son malvados. Porque no mejor te vas a otro lado a molestar?
Evil Cody con desprecio: Molestar? No, Casandra. Al menos yo, no soy engreído como tú
Evil Casandra: Engreído, dices? Por favor, Cody, tu arrogancia es tan evidente que podrías iluminar una ciudad entera. ¿Qué te hace pensar que eres mejor que yo?
Evil Cody: No se trata de ser mejor, Casandra. Se trata de saber quién tiene el verdadero poder. Y, sinceramente, tu actitud solo te hace ver débil.
Evil Casandra: ¿Débil? Te equivocas. Mi fuerza radica en la manipulación y en hacer que otros hagan mi trabajo sucio. ¿Qué tienes tú, además de un par de trucos baratos?
Evil Cody: Trucos baratos, dices. Pero al menos mis trucos son efectivos. Mientras tú te escondes detrás de tus palabras, yo actúo. La acción siempre supera a la charla vacía.
Evil Casandra: Acciones sin pensamiento son solo caos, Cody. Y el caos es lo que te llevará a tu perdición. Pero, claro, eso no lo entenderías, ¿verdad?
Evil Cody: Tal vez, pero el caos también puede ser una forma de arte. Y yo soy el artista. ¿Te gustaría ver cómo se pinta un verdadero desastre?
Evil Casandra: Estoy segura de que lo harías, pero no olvides que el arte también puede ser destruido. Y yo tengo un par de pinceles afilados listos para borrar tu obra maestra.
Evil Cody: Entonces, que comience el juego, Casandra. Pero recuerda, en este tablero, no hay reglas.